Es muy probable que hayas sufrido de mal olor en las axilas en algún momento de tu vida. Esto es algo muy incómodo ya que resulta un problema muy difícil de combatir aunque se utilice el mejor desodorante sin aluminio. Esta condición, incluso, puede ser tan intensa que llega a afectar el autoestima y la interacción con otras personas.
La cuarentena impuesta a miles de personas en el mundo por la pandemia del coronavirus (COVID-19) ha traído muchos cambios consigo. Curiosamente, uno que sin duda fue inesperado corresponde al olor corporal, ¿lo has notado en ti?
La percepción del olor es subjetiva, pero cuando se trata de la "Sopa de Hedor", un compuesto creado por científicos militares, es unánime que se trata del peor olor que conozca la humanidad.
Una refrescante ducha, perfume, talco y demás productos o acciones nos ayudan a oler bien. Sin embargo, en ocasiones el mal olor corporal comienza a hacer de las suyas y se convierte en una pesadilla.
El calor puede traer sus ventajas y sus desventajas. Ir a la playa, comer helado y usar nuestros conjuntos favoritos pueden ser razones que nos hagan desear la llegada del verano; sin embargo, la transpiración excesiva nos hace desear que se demore un poco más.
Hay olores que nos desagradan, e incluso nos llegan a preocupar cuando los emitimos desde nuestras axilas, pero por más raro que pudiera llegar a parecer: hay olores que odiamos y podrían ser buenos para nuestra salud.
El desodorante es uno de los pasos obligatorios de la higiene básica. Sin embargo, no hay nada de natural en ponerse ese spray tan extraño en las axilas, cuyos ingredientes han estado en la mira de la comunidad médica y científica, dado que se creía que estaban relacionados a enfermedades como el cáncer de mama o el alzhéimer.
Una secreción normal e incolora con olor leve es la principal característica para saber que la vagina está saludable. Sin embargo, en casos de infecciones vaginales, enfermedades de transmisión sexual y otros problemas en la zona genital, es posible que las secreciones vaginales se alteren y ocasionen mal olor íntimo. No obstante, este olor inusual puede ser causado no por cuestiones de salud, sino por no higienizar adecuadamente la región.
En la vulva, la parte externa del sistema reproductivo femenino, existen varias bacterias y hongos que, bajo ciertos cuidados, no causan grandes trastornos en la región.
Son muchas las mujeres que se preocupan demasiado por el cuidado de su zona íntima, y exageran en la higienización hasta el punto de sufrir algunas complicaciones por el exceso de limpieza y uso de productos que, además de ser innecesarios, pueden perjudicar esta área tan sensible.
Si tu fuerza de voluntad flaquea a la hora de tomar un baño, si ocasionalmente decides saltearte su aseo diario y reducir su frecuencia, recibiendo por esto las críticas o la sorna de tus amigos y familiares, ahora podrás argumentar que lo que estás haciendo es cuidar de tu salud.
La vida sería más sencilla si nuestro cuerpo fuera capaz de hablar en español y contarnos cómo se siente. Pero como eso es imposible (además de un poco extraño), lo que sí podemos hacer es aprender a identificar las señales que nos da para atenderlo lo más pronto posible.
Un día cualquiera percibiste un olor muy fuerte y desagradable que te seguía a todos lados. De pronto, te diste cuenta que provenía de ti, y sentiste mucha incomodidad, así que corriste a casa sintiéndote mal todo el camino.
Todos hemos pasado alguna vez por situaciones de estrés. Algunos las viven bien, con calma y serenidad. Otros, tienden a ponerse nerviosos y a sudar bastante. La ciencia ya ha comprobado que cuando estamos ansiosos el cuerpo libera un sudor distinto al que vemos cuando vamos al gimnasio. Esta sudoración demuestra que la ansiedad afecta nuestro olor corporal… y no exactamente para bien. Descubre las razones a continuación:
Está comprobado que los aromas pueden influir de forma drástica en nuestro estado de ánimo. Y, en realidad, todos sabemos lo molesto que se siente pasar por algún sitio con olor desagradable y lo placentero que resulta el aroma del café, de un libro o de un aceite esencial. Pero el olor corporal es un hecho con el que deben lidiar muchas personas alrededor del mundo. En este sentido, podemos afirmar que la alimentación representa un factor clave a la hora de eliminarlo… y también de aumentarlo.
Te bañas, te perfumas, sales a la calle y de pronto… algo huele mal. Pero, ¡¿cómo?! Sí, el cuerpo nos está gritando que algo anda mal. Y nosotros no podemos más de la incomodidad.
El mal olor corporal se debe a varios factores y no solo a la falta de higiene, entre los que destacan los cambios hormonales, la sudoración excesiva, una dieta poco saludable y la genética. Tener mal olor puede perjudicar tu estima y la confianza pues si olemos mal nos da pena acercarnos a otros y que se percaten del desagradable aroma que desprende nuestro cuerpo.