Activistas y puertorriqueños se congregaron en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York para manifestarse contra lo que llaman políticas de austeridad que mantienen a la isla sometida y negligencia de quienes quieren beneficiarse a costa de la crisis económica tras el paso del huracán María.

Cerca de 2,000 personas en la ciudad siguen sin poder volver a sus residencias y duermen en habitaciones de hotel sufragadas por el gobierno. Las ayudas recibidas no fueron suficientes y han tenido que gastar miles de dólares adicionales en la reparación de sus viviendas. Los afectados esperan que su situación no se complique aún más con la temporada de huracanes 2018 que inició este viernes.

De acuerdo a expertos, este año se pronostican entre 10 a 16 tormentas tropicales en el Océano Atlántico, de las cuales hasta 9 podrían convertirse en huracanes. Tras la experiencia dejada por Harvey en 2017, que cobró la vida de 36 personas y dejó miles de millones de dólares en pérdidas materiales, las autoridades del condado Harris quieren que la comunidad esté preparada y dan una serie de recomendaciones para mitigar estos fenómenos naturales.

Los ríos de lava y la lluvia de ceniza están acabando con la vida de los vecinos que viven en las faldas del volcán. Los simulacros son constantes y muchos creen que tendrán que abandonar sus casas.

Héctor Pesquera dijo a la prensa que se le debía preguntar a la Universidad de Harvard cómo llegó a la conclusión de que el huracán María dejó 4,645 muertes en la isla y de qué manera comparó esa cifra con los 64 fallecimientos registrados por el gobierno.

El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, se manifestó después de la publicación de un estudio de la Universidad de Harvard que indica que hubo 4,645 muertes tras el huracán María, muchas debido a complicaciones de salud derivadas de apagones, inundaciones, carencia de agua y falta de atención médica. La cifra es casi 73 veces mayor a los 64 fallecidos que había estimado la administración de la isla.