Las tormentas eléctricas son estupendos momentos para aprender de física. Conocer todas las fuerzas, propiedades y leyes físicas que están en juego en una tormenta, seguro te haría salvar tu examen final. Por supuesto que aquí no podemos abarcar a todas ellas, lo que haremos es intentar responder una de las preguntas más comunes sobre este tipo de fenómenos: ¿los rayos caen del cielo o salen de la tierra?

Además de ser totalmente fantásticas y rara vez realistas, en las series animadas los personajes parecen desafiar las leyes de la física. Más allá de comportarse y vivir como humanos, nuestros personajes animados preferidos como Bugs Bunny, el Pato Donald y la Pantera Rosa, entre otros, podían realizar movimientos realmente exagerados, imposibles en la vida real... mucho menos para un conejo, un pato o una pantera.

Cuando se trata de fluidos corporales, aunque resulten desagradables, tenemos que estar muy atentos a ellos, ya que nos dicen mucho sobre nuestro estado de salud. No son los temas más agradables para conversar en la mesa familiar, y ciertamente podemos causar rechazo si lo hacemos en público, pero de hecho es muy importante estar alerta y saber interpretar lo que nuestro cuerpo nos dice.

Nuestro planeta está en permanente movimiento, nada permanece inmóvil. Cambian los continentes, los ecosistemas, la flora, la fauna y el clima, y así como todo cambia, que las ciudades cambien no es extraño. Las ciudades son una de las creaciones humanas más importantes. Que la vida social esté concentrada en grandes núcleos, dispersos y a la vez interconectados, que dependen los unos de los otros, es algo relativamente nuevo en la historia de la humanidad.

Últimamente Rusia parece ser el centro de los más impresionantes y enigmáticos fenómenos naturales. Primero fue el meteorito de febrero de 2013, luego la misteriosa tormenta de granizo en julio de este año y por último los misteriosos agujeros de Siberia.

El número de destinos LGBT (Lesbian Gay Bisexual Transgender) ha aumentado en los últimos años de manera vertiginosa, gracias en parte a la mayor aceptación del colectivo en Occidente y el poder adquisitivo de turistas homosexuales.