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Mundo multicultural: conoce todas las caras de vivir entre diversas culturas
Hace poco más de medio siglo, parecía tal vez algo imposible crecer en un mundo multicultural y convivir en paz y armonía. Fue el sueño que una vez tuvo Martin Luther King. También fue una vez el sueño de John Lennon que imaginó un mundo sin fronteras ni diferencias. Es el sueño también de todos los que por alguna razón nos ha tocado partir y criar a nuestros hijos lejos de casa. Y la verdad es que la historia nos ha enseñado en nuestros tiempos modernos que la cultura no es sólo un lugar con una frontera marcada y un pasaporte sellado. La dura realidad de las guerras de nuestra historia moderna y los enfrentamientos entre naciones han hecho que millones de personas decidan sembrar raíces lejos, cruzando mares y comenzando de nuevo. En mi caso crecí en Venezuela, un país que al igual que muchos de América le abrió los brazos a millones de inmigrantes. En mi escuela mis compañeritas de clase eran hijas de inmigrantes portugueses, italianos, españoles, y viví en un barrio judío por más de 30 años. Mis vecinos siempre pertenecieron a otra religión y en la mayoría de los abastos y panaderías de mi ciudad los acentos y tradiciones europeas eran parte de mi paisaje natal. No conozco otro ambiente que no sea un arco iris de idiomas, sabores, y costumbres totalmente distintas unas de otras. Ahora que vivo en Norteamérica, son otros los que nos han abiertos los brazos a nosotros para empezar de nuevo. Mi hijo está aprendiendo otra lengua, conviviendo con otras culturas, colores y razas, y prácticamente sin darse cuenta. Es parte del mundo en el que vivimos hoy y quiero pensar que en muchos rincones el sueño de Lennon se va haciendo realidad. Pero crecer entre un ambiente multicultural es tan bueno como duro en algunos casos. Creo que el reto más importante, al menos para los que somos padres inmigrantes, es no perder las raíces que nos formaron y mantenerlas vivas en nuestros hijos. Sin cerrarnos al lugar en el que vivimos, creo que debemos celebrar y adaptarnos a todos los pequeños mundos que nos rodean. En nuestras manos está, por una parte, que nuestros hijos no se sientan apartados por ser parte de una familia con idioma y tradiciones distintas, y al mismo tiempo hacerlos sentir orgullosos de las costumbres y el país donde nacieron sus padres. Creo que con amor y respeto se pueden lograr ambas cosas. En mi familia y muchas familias que conozco se recibe con mucho afecto la diversidad. Creo que esas diferencias le abren el mundo a las cabecitas de nuestros hijos. Es increíble ver cómo los niños (más fácilmente que los adultos), absorben, se adaptan y reconocen cada rasgo que diferencia a cada ciudad en las que han vivido y celebran esas diferencias. Son parte de una cultura pero llevan su aporte a donde vayan. La identidad es el mayor reto, y creo que nuestra aventura de vivir lejos y crecer en una ciudad o país multicultural comienza cuando llevas con orgullo tu bandera y tu idioma, pero aceptas con humildad y respeto tu nuevo hogar. Creo que cada persona lleva un tesoro dentro con todo guardado: su niñez, el lugar donde nació, su idioma, su música, su comida favorita, etc. Cuando nos conocemos abrimos este tesoro y nos descubrimos. Al hacerlo esta persona no pasa a ser parte de un grupo, sino que estamos descubriendo a un ser especial por lo que es y no por su color, raza o procedencia.
LO MÁS RECIENTE
Tradiciones navideñas en los Estados Unidos y Latinoamérica
La Navidad es parte de un lenguaje universal. Aunque cada lugar conserve sus propias tradiciones navideñas, nos une el deseo de reunirnos una vez al año, tal vez en el encuentro más importante y antiguo para compartir en familia y celebrar el amor y la vida. En cualquier rincón donde es tradición esperar la llegada del niño Jesús, Papa Noel o Santa Claus, no importa cuál sea su nombre, representa para todos la llegada de la esperanza y cualquier regalo pequeño o grande logra sacarnos siempre una sonrisa. La Navidad es un momento mágico, indescriptible donde se mezclan las emociones de felicidad, gratitud y nostalgia, y eso no conoce diferencias, ni idiomas, ni fronteras. Pero pensar en la Nochebuena nos lleva a cada uno a la niñez y las tradiciones navideñas del lugar donde crecimos. Es imposible desapegarse del recuerdo de nuestras primeras Navidades, pues son las que se quedarán con nosotros para siempre y son esas costumbres las que transmitiremos a nuestros hijos en casa. Nuestro continente es tan grande como hermoso y diverso, pues cada región tiene formas hermosas de celebrar estas fiestas. Desde el norte de los Estados Unidos hasta el sur de la Patagonia, los paisajes, el clima y la cultura de cada país le da su toque especial a estas celebraciones. Hay tradiciones hermosísimas como “las posadas” en México que recuerdan el peregrinaje de María y José los días previos al nacimiento de Jesús. Comienzan el 16 de diciembre y duran hasta la noche del 24. Los niños y adultos de cada barrio representan a los peregrinos que pedirán posada en 3 casas pero sólo en la tercera los dejarán entrar y allí se reunirán alrededor del pesebre a rezar un rosario. La Misa de Gallo, que la conocemos también como Misa de los Pastores o Misa de Aguinaldo en Venezuela, es una de las tradiciones navideñas celebrada en casi toda Latinoamérica y el mundo. Es una bonita ceremonia que mantiene presente el origen católico de estas festividades en muchos países de Europa y América y se da justo a la medianoche, con el cantar de los gallos. Hay rincones con tradiciones navideñas muy peculiares pero que no dejan de ser bellísimas como el “Christmas Tree Ship” que todos los años desembarca en las costas de Hawaii (Estados Unidos) repleto de árboles de Navidad. Y es justamente en Norteamérica donde la Navidad tiene sus costumbres más populares y replicadas en el mundo entero. Oficialmente la Navidad en estas tierras comienza luego del fin de semana de acción de gracias. Las calles, plazas, centros comerciales y edificios se transforman completamente en un espectáculo de luces, adornos y música, todo para esperar la llegada de Santa Claus, quien el 24 de diciembre entrará por la chimenea de cada hogar a dejar regalos para todos. La comida cambia un poco entre cada país pero es deliciosa en cada rincón. En Argentina acostumbran cenar asado y combinar con platos livianos, pues están en pleno verano, y en Venezuela, por ejemplo, la familia se reúne a hacer las hallacas (que son una especie de tamales rectangulares rellenos de un guiso de pollo delicioso) y envueltos en hojas de plátano, y van acompañadas de ensalada de gallina y pan de jamón. Y en Chile tienen un ponche que llaman cola de mono que se prepara con pisco, café con leche, azúcar y canela. La tradición del pesebre o nacimiento es una de las que más adoro. Tal vez porque mi padre se dedicaba a elaborar el pesebre de nuestra casa con tanto amor y cuidado que llevo ese recuerdo en mi corazón. En muchos países se mantiene viva esta hermosa manera de celebrar el nacimiento de Jesús o la llegada de la Nochebuena. En Venezuela, Colombia y Chile por ejemplo, se acostumbra a no colocar la figura del niño Jesús hasta la noche del 24. La música, es otra de las tradiciones navideñas que en cada rincón tienen una historia especial. Los aguinaldos y gaitas venezolanas, los villancicos y los tradicionales temas navideños en Norteamérica como “Jingle Bells” y “Santa Claus is coming to town” hacen imposible que no amemos esta época. La Navidad en todas partes, logra algo hermoso. Nos transporta inevitablemente a querer abrazar a todos los seres que amamos, a llamar a esa persona que no hemos visto en mucho tiempo o que, por el contrario, vemos a diario y nunca le damos un detalle. La Navidad nos invita a estar en casa, y a recordar con alegría y humildad que un año más estamos juntos para celebrar lo hermoso de la vida.
Temporada de hornear galletas caseras
Las galletas son una merienda dulce y deliciosa que los niños no pueden resistir y muchos adultos tampoco. Se pueden preparar para cualquier ocasión, pero en esta época del año, se convierte en una actividad divertida, que fomenta la integración de la familia, pues es ideal hornearlas en casa y propiciar momentos de afecto y recuerdos para el futuro. También puedes aprovechar la ocasión para enseñar a tus hijos desde la cocina. Entre los sabores más conocidos están las de vainilla, las de chispas de chocolate, las de chocolate, de mantequilla, de miel, de jengibre, con fruta, con mermelada casera, integrales, de avena, todas con texturas y formas diferentes. Las opciones son muchísimas. Lo que más me agrada de hornear galletas caseras es el poder escoger los mejores ingredientes y dosificarlos a mi gusto. Normalmente le añado menos azúcar de lo recomendado o pruebo con otros endulzantes naturales como stevia. También le bajo la cantidad de grasa porque así todos podemos comer un poco más sin tanto remordimiento. Puedo decir que son una opción nutritiva para las meriendas y los frutos secos, las nueces, la harina integral, el salvado y otros ingredientes siempre están presentes. La verdad no me complico mucho y busco en Internet, en libros o aplicaciones, las recetas para galletas que sean fáciles de hacer. Puedes colocar velas o ambientadores con olor a galletas, pero nada como hornearlas y sentir el olor y el calor en tu hogar. Puedes comprar las más ricas, pero tus hijos no disfrutarán esos momentos junto a ti. Puedes comprar la masa de preparación y simplemente hornearlas, pero qué bueno que le añadas lo que deseas y que tal vez termines haciendo una receta familiar que muchos otros quieran copiar. Así que te invito a hacerlo en casa, ¡manos a la obra!
Pequeños héroes: adopta una mascota junto a tus hijos
Es increíble ver cómo puede cambiarte el mundo encontrar a un pequeño animal abandonado o esperando ser escogido y amado por alguien en un centro de adopción.
Por una buena causa: 3 formas de donar y cientos de opciones para apoyar
Hay muchas maneras de aportar a una buena causa, pero la mejor de todas es a través de la donación y el voluntariado. Donar significa otorgar algo de manera gratuita y voluntaria; es un acto que consiste en dar fondos, bienes materiales o tiempo. Las donaciones pueden ser desde centavos o micro-donaciones hasta grandes cantidades de dinero por medio de individuos o empresas. Puedes donar: Dinero Lo puedes aportar en efectivo, tarjeta de crédito o cheques, también por descuento por nómina a través de la empresa donde laboras, o puedes hacer aportes vía Internet. Dependiendo de cómo lo recauden podría hacerse una o varias veces al año y también puede recolectarse en una sola ocasión o por cuotas mensuales. En especie Cuando aportas algo en especie se trata de cosas nuevas o útiles. Podría ser ropa, comida, libros, juguetes, implementos, etc. También puedes donar algo de ti mismo, de tu propio cuerpo. En este caso sería sangre, cabello, óvulo o esperma y órganos (en vida, como en el caso de los riñones o parte de tu médula ósea, o cuando mueras, para que puedan beneficiarse de tus órganos personas enfermas que lo necesiten; para ello debes firmar documentos y aclarar que quieres hacerlo). Tiempo Cuando eres voluntario, estás aportando tiempo valioso. En lo profesional podemos aportar y hacer un voluntariado basado en lo que sabemos hacer, o para quienes trabajan en empresas, este tiempo puede ser deducido por nómina. Nuestro aporte es validado por horas de trabajo o participación en actividades que buscan apoyar una buena causa. También se puede trabajar en actividades o proyectos que no tengan que ver con lo que sabemos, pero nuestras manos son valiosas para ayudar. Por ejemplo, organizando lo que tú mismo y otros de tu comunidad han aportado para damnificados, también ayudando en un comedor infantil o de ancianos cocinando o entregando la comida. Hay demasiadas formas de colaborar. Áreas para trabajar o dónde colaborar Los ejes en los cuales podemos fijarnos en aportar o ser voluntarios para una buena causa podrían estar basados en nuestros intereses o los de nuestra comunidad de influencia. Y van desde lo social, educativo, salud, promoción de colectivos, cooperación internacional, desarrollo socio-económico, comercio justo, cultural, medio ambiente, participación ciudadana y civismo, derechos humanos, emergencia y socorro, entre otros. Por ejemplo, para la preservación cultural a través de museos y bibliotecas; para el medio ambiente mediante zoológicos, jardines botánicos y grupos ambientalistas; para la educación con apoyo en infraestructura, manejo y administración, becas para permitir que muchos que no tienen recursos puedan acceder; en cuanto a la salud, puede ser en pro de ayudar a financiar a enfermos, investigación para prevenir o curar enfermedades; también desde instituciones u organizaciones de tipo religioso en las que predominan la ayuda a los más necesitados, pero también las misiones para llevar el evangelio. Las instituciones Muchas personas prefieren colaborar a través de grupos apoyados por grandes instituciones, lo importante es que cuando decidas aportar lo hagas con amor y respeto. Por una buena causa se han creado muchas organizaciones, fundaciones y grupos que no tienen ánimo de lucro y que su principal forma de financiar sus actividades es por medio de donaciones. Para ayudar a los niños necesitados encontramos muchísimas instituciones, entre las más reconocidas están la UNESCO y UNICEF. Para el medio ambiente, WWF o Greenpeace. Hay otras instituciones en contra del maltrato o la crueldad animal. Para expandir el uso de la tecnología y uso de la información, existen proyectos de software libre como los que lidera la fundación de software libre (Free Software Foundation), la iniciativa de recursos abiertos (Open Source Initiative), Wikipedia y Creative Commons, entre otros. Enseñando a los niños No olvides involucrar a los pequeños en este tipo de actividades altruistas. Ellos crecerán con un sentido de desprendimiento de lo material y afianzarán muchos valores a través de tu ejemplo a través del voluntariado. Cuando sean grandes, seguirán tu camino o buscarán su propia forma de apoyar una buena causa.

Amenazas ocultas para la salud de tu familia que tal vez no conocías
Es increíble la cantidad de enemigos silenciosos que nos asechan a cada momento; emisiones de dióxido carbono y contaminación acústica son factores que pueden estar afectando tu salud y la de tus seres queridos, sin que te des cuenta.

Constelaciones familiares: un novedoso método para tratar problemas heredados
¿Cada día cuando llegas de tu trabajo o estudio sientes que no puedes más? ¿Tienes conflictos con tus compañeros o contigo misma que te mantienen agobiada y no sabes por qué? Pues bien, déjame contarte que no estás sola, pues esa misma sensación es compartida por muchas personas en el mundo.





