La educación musical: actividades musicales en familia
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La vida, la música
Desde el instante en el que conocemos la noticia de que vamos a ser madres, recurrimos a la música para relajarnos porque sabemos que eso beneficiará a nuestro futuro bebé. Mientras acariciamos nuestro vientre le cantamos canciones de cuna y escuchamos música. Son los comienzos de la educación musical de nuestro hijo.
Llegado el momento del nacimiento, su llanto es para nuestros oídos música celestial que sobrecoge nuestro corazón. A la vez, nuestro hijo ya es capaz de reconocer nuestra voz y aquellas notas musicales que durante la gestación le arroparon y le hicieron sentir seguro. A partir de ahora la música le acompañará durante toda su vida.
Esta fiel amiga conmoverá y emocionará su alma cada vez que recurra a ella. No le fallará. Y le hará sentir, soñar, imaginar, pensar, reír, llorar, cantar, bailar…
La importancia de la educación musical infantil
La educación musical aporta múltiples beneficios a nuestros hijos porque estimula su desarrollo intelectual y físico; favorece la expresión de sus sentimientos y emociones; consolida su autoestima positiva; propicia su relación con los demás y su inmersión en los acontecimientos culturales en los que la música es un medio de expresión (fiestas de carnaval, navideñas, etcétera) y desarrolla su sensibilidad y creatividad artística.
De ahí la importancia de fomentar desde la escuela y la familia una educación musical precoz (aunque sea informal) para estimular el aprendizaje de nuestros hijos/as de una manera lúdica.
Actividades musicales divertidas
- Recordar y cantar canciones de cuna o populares a nuestros hijos
- Montar un espacio musical en nuestro hogar con todos los CD musicales preferidos de la familia
- Organizar una orquesta casera empleando objetos de uso cotidiano como cazos, ollas, cucharas…
- Crear música con el cuerpo. Como decía el musicólogo Adolfo Salazar: “La música comienza en el momento en que el hombre se descubre a sí mismo como instrumento de música”. Podemos hacer música a través de los sonidos que producimos rítmicamente con nuestros pies, manos, voz…
- Acudir a un karaoke para cantar en familia nuestras canciones preferidas
- Fabricar instrumentos musicales con material de reciclado (palo de lluvia, guitarra, maracas…)
- Adivinar los instrumentos musicales que se tocan en una canción e identificar a qué grupo instrumental pertenecen (de percusión, viento o cuerda)
- Asociar una canción o melodía con su cantante o compositor
- Asistir a musicales, conciertos, recitales, audiciones y museos relacionados con la música
- Inventar letras de canciones para una melodía
- Inventar un baile para una canción
- Cambiar la letra de una canción conocida para que adivinen el gazapo
- Juego de las sillas: Organizamos un corro de sillas (si por ejemplo participamos 10, solamente se colocarán 9 sillas) y al son de la música desfilamos danzando alrededor. Cuando se detenga la música rápidamente nos hemos de sentar. Queda fuera del juego quien se ha quedado de pie.
- Hacer una sesión de relajación con música les ayudará a tomar conciencia del propio cuerpo y de sus emociones contribuyendo a liberar tensiones.
- Actividad “Pintamos emociones que nos sugiere la música”. Consiste en crear sobre una gran pieza de tela o papel de mural una obra de arte empleando colores que asociamos a las emociones que nos produce una determinada melodía (el rojo puede sugerirnos pasión o ira, el blanco paz interior…).
- Inventar un cuento a partir de una canción
- Imitar a cantantes favoritos
- Conocer instrumentos musicales y canciones de otras culturas
- Apuntar a nuestros hijos en un conservatorio para que desarrollen su sensibilidad artística musical (a través del canto y/o aprendiendo a tocar el instrumento musical que más les guste)
- Realizar audiciones de sonidos de ambiente para su discriminación (sonidos que podemos escuchar en una calle, el bosque, en casa, etcétera). Esto estimula su percepción auditiva y la escucha activa.
Otras posibilidades educativas de la música:
- La música como técnica de estudio. Para memorizar determinados contenidos, nuestros hijos pueden hacerlo cantando los contenidos con la entonación de su canción preferida.
- La música como recurso para aprender un idioma. Escuchando las canciones y leyendo sus letras, podemos aprender un nuevo idioma. Nos ayudará a ampliar nuestro vocabulario y pronunciar correctamente mientras nos divertimos.
Está claro que la música es importante en la educación y desarrollo de nuestros hijos. Es nuestro deber como padres inculcar en nuestros pequeños el respeto incondicional hacia el arte y cultura musical, sus obras y sus creadores (músicos, compositores, intérpretes) independientemente de su estilo (pop, rock, clásico…).
Desde edades tempranas los niños deben concienciarse de la importancia y la necesidad de proteger los derechos de propiedad intelectual de los artistas, evitando y denunciando a toda costa la piratería y respetando a todos aquellos artistas, famosos o no, que con su música alimentan nuestra alma.
Y tú, ¿de qué manera fomentas la educación musical en tus hijos? Agradecemos que compartas tus experiencias con nosotros.