Cuando hablamos de flacidez, nos referimos a la pérdida de la elasticidad en la piel que hace que nuestros músculos se vean poco tonificados y débiles. Para las mujeres, la flacidez es sinónimo de complejos a la hora de mostrar sus piernas, la panza y la cola en el verano. También la musculatura de los hombres ya no se ve tan fuerte con el paso del tiempo, una mala alimentación o poco ejercicio físico.

Hoy en día tenemos infinidad de opciones a la hora de elegir una dieta para bajar de peso o simplemente por el hecho de estar más saludables. Muchas dietas se nos presentan como dietas milagrosas y con resultados casi instantáneos, sin embargo, son estas de las que más debemos desconfiar.

Si sufres de tránsito lento una vez que éste se ha instalado la consigna es una sola: eliminarlo. Sin embargo, este proceso no es sencillo y requiere una multitud de pasos que deberás tomar en simultáneo para conseguir que tus intestinos vuelvan a funcionar de forma regular. Las soluciones al tránsito lento son muchas, pero vamos a agruparlas en tres categorías:

La actividad física es un elemento fundamental para estar más saludables en todo sentido, la práctica del deporte es sin dudas recomendable para nuestro cuerpo y nos lleva a un estado físico ideal más resistente a todo tipo de enfermedades, Pero a veces podemos sufrir lesiones derivadas de la práctica del deporte.

Ya nadie cuestiona lo importante que es realizar actividad física en forma regular para mantener nuestros cuerpos sanos y llevar un estilo de vida más saludable. Con el paso del tiempo esperamos el envejecimiento natural de nuestro cuerpo, comienzan los problemas en las articulaciones y otras dolencias que vienen con la edad, para prevenirlas lo mejor es llevar una vida saludable.

Una hora de ejercicio diaria es lo que necesitas para mantener tu peso sino quieres realizar ningún tipo de dieta, ni cuidarte en las comidas.