La actividad física es un elemento fundamental para estar más saludables en todo sentido, la práctica del deporte es sin dudas recomendable para nuestro cuerpo y nos lleva a un estado físico ideal más resistente a todo tipo de enfermedades, Pero a veces podemos sufrir lesiones derivadas de la práctica del deporte.
Prevenir los riesgos del deporte

Los riesgos del deporte aparecen cuando no elegimos correctamente la actividad mÁs acorde a nuestra realidad o cuando nos sobreexigimos quizás por un entusiasmo desmedido por alcanzar un estado físico ideal.
Hay que tomar conciencia de que no vamos a poder participar en un partido de rugby si nos quedamos sin aliento después de correr doscientos metros. Todo debe hacerse gradualmente y con un programa de entrenamiento previamente estudiado hecho a la medida de cada persona en particular.
Es importante también calentar y estirar los músculos antes de empezar, una buena sesión de elongación calienta las articulaciones, tendones y músculos preparándolos para la exigencia, esto es fundamental para evitar desgarros, contusiones y otro tipo de lesiones.
Evitar las horas de más calor para practicar y tomarse un descanso cuando se siente cansado son dos cosas a tener muy en cuenta sobre todo en los meses de verano cuando la temperatura supera los 35 C y estamos más propensos a sufrir un golpe de calor.
Consumir muchos líquidos es fundamental para prevenir la deshidratación y los golpes de calor. Se deben tomar al menos medio litro de agua antes de empezar y otro medio litro cuando ya terminamos. Durante la actividad se aconseja beber unos cuantos tragos cada quince o veinte minutos
Tener en cuenta los factores ambientales tales como las condiciones meteorológicas, la iluminación y el buen estado de la superficie o los elementos que se utilizan y no jugar fuera de las reglas; son otras recomendaciones para reducir el riesgo de lesiones en el deporte.









