Ejercicios para tonificar las caderas

Las caderas son consideradas una de las partes más sensuales de la anatomía femenina, pero a la vez suele ser el sitio en el que se acumula grasa cuando no se hace suficiente actividad física. Así como existen ejercicios para tonificar las piernas y la cola, no podían faltar una técnica para disminuir la flacidez en las caderas.

¿Quieres poner tus caderas a punto? En primer lugar, siempre es mejor que combines ejercicios localizados con ejercicios aeróbicos. Estos últimos son los que te ayudarán a aumentar tu frecuencia cardíaca y a preparar la temperatura corporal para luego comenzar con el trabajo focalizado.

Por ello, antes de aplicar los movimientos específicos para las caderas, haz media hora de caminata, baile, bicicleta o gimnasia para dejar tu cuerpo listo. Cuando hayas terminado, comienza a practicar los siguientes ejercicios.

Ejercicio 1

Posición: Acuéstate en el suelo sobre el lado derecho y extiende el brazo derecho para apoyar allí tu cabeza. Dobla tu pierna derecha noventa grados hacia el pecho y flexiona la otra pierna hacia afuera también a noventa grados, de manera que quede alineada con el pecho. Apoya la palma de tu mano izquierda sobre el suelo, por delante del pecho, pero recuerda no doblar tu espalda.

Procedimiento: Coloca una pierna sobre la otra y eleva la pierna derecha hasta la altura de la cadera. Bájala suavemente, pero no la dejes caer sobre la pierna apoyada. Hazlo varias veces y luego repite con la otra pierna.

Ejercicio 2

Posición: Acuéstate en el suelo sobre el lado derecho y extiende el brazo derecho para apoyar tu cabeza. De costado, coloca la pierna izquierda sobre la derecha, con la rodilla levemente flexionada.

Procedimiento: Ahora abre y cierra las piernas lentamente. Hazlo varias veces y luego repite con la otra pierna.

Ejercicio 3

Posición: Acuéstate sobre el lado izquierdo, con el brazo izquierdo extendido para apoyar en él tu cabeza. Dobla la pierna derecha hacia el pecho y deja la pierna izquierda extendida con la rodilla levemente flexionada. Apoya la mano derecha sobre el suelo, delante del pecho.

Procedimiento: Cuando te encuentres en dicha posición, levanta la pierna derecha hasta la altura de la cadera y luego bájala casi hasta tocar el suelo. Acuérdate de no doblar tu espalda y evita mover la pelvis hacia adelante.