Todas las mamás informadas saben la importancia de darle vitaminas y minerales a sus hijos para que crezcan fuertes y sanos. Sin embargo, muchas mamás no están seguras de cuáles son esenciales, o si les están dando suficientes a sus bebés.

La depresión es la mayor causa de discapacidad en la actualidad, según la Organización Mundial de la Salud. Sus síntomas incluyen fatiga, insomnio, irritabilidad, tristeza persistente y falta de interés en cosas que solían gustarte, entre otros. Y, aunque la enfermedad sea muy frecuente, estos síntomas también pueden ocultar otras condiciones, que deben descartarse antes de proceder a un diagnóstico de depresión.

Hay una vitamina que juega un papel fundamental en tu salud: la vitamina D. Esta vitamina, también conocida como la vitamina del sol, permite controlar el peso, fortalecer los huesos y previene enfermedades como el cáncer y la diabetes, entre otros beneficios para la salud.

La grasa abdominal es motivo de insatisfacción para algunas personas, provocando que mucha gente desgaste su vida en gimnasios y dietas milagrosas, pero incluso con mucho esfuerzo, en algunos casos (y a determinada edad), es extremadamente difícil de perder.

La vitamina D no solo es necesaria para tener huesos fuertes. Julie Upton, cofundadora de Appetite for Health, explica que cada tejido y célula de nuestro cuerpo tiene receptores de esta sustancia que «ayuda a regular unos dos mil genes que controlan todo, desde el apetito hasta la muerte de células cancerosas, así como el sistema inmunológico».

Como es responsable de ayudar al organismo a absorber minerales y mantener los huesos fuertes, la vitamina D es conocida por evitar la osteoporosis al regular los niveles de calcio y fósforo en sangre. Esta vitamina, sin embargo, posee diversas funciones, como combatir la obesidad y regular las hormonas, así como reducir los riesgos de hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer.