Algunas vitaminas como la A, D, E y K son vitaminas liposolubles, lo que eso significa que se disuelven en los lípidos y viajan a través del intestino delgado hasta llegar a la sangre. El cuerpo las absorbe al igual que lo hace con las grasas.

La vitamina D es fundamental para nuestro organismo. Se encarga principalmente de mantener nuestros huesos sanos y fuertes, pues hace posible la absorción de calcio. Si no ingerimos suficiente de esta vitamina, corremos el riesgo de contraer problemas óseos, cardíacos, diabetes, esclerosis múltiple y distintos tipos de cáncer.

Hoy hablaremos de la vitamina D y de sus principales aportes a nuestro organismo. En primer lugar debemos destacar su importancia al momento de mantener los niveles sanguíneos normales de calcio y fósforo. La vitamina D mejora nuestra absorción de calcio, ayudando a formar y mantener nuestros huesos fuertes. Sin ella, se vuelven delgados y quebradizos.