Cierre de calles y avenidas es lo que se aprecia en las principales calles de la capital de Estados Unidos para la llegada al poder del nuevo presidente. Autoridades locales, federales y estatales se alistan para enfrentar posibles protestas que podrían llevarse a cabo durante el viernes en medio de la celebración del esperado evento.

En los últimos meses, se han reportado cinco casos de vandalismo en la escuela primaria Science Hall, por lo que las autoridades locales y representantes del distrito escolar de Hays buscan aumentar la seguridad en la zona.

Miles de personas se darán cita en la capital del país para el cambio de mando en la presidencia de Estados Unidos, donde no se permitirán las protestas. Para esto, 28 mil agentes velarán por la seguridad de los asistentes.

El auto tiene 20 centímetro de ancho en cada puerta, con armas y cañones de gas incorporados. El carro también está equipado con tanques de oxígeno y bolsas con el tipo de sangre del presidente por si algo pudiera ocurrirle. Este vehículo, que es antibombas y antibalas, tiene un valor de 1,5 millones de dólares.

La medida, que está en estudio, tiene objetivo disminuir los casos de alumnos pertenecientes a las minorías que han sido arrestados. Los funcionarios de las escuelas tendrían prohibido llamar a la policía, y además se necesitaría el permiso del director y de los padres para que las autoridades interroguen a un estudiante.

Muchas de estas personas permanecen cerca de canales, puentes y ríos al aire libre, lo que representa un riesgo por las corrientes de agua repentinas. Autoridades los están alertando para que acudan a los refugios dispuestos. Agentes recorren las zonas más peligrosas para hacer las advertencias.