Mucho se ha discutido en las últimas décadas acerca de la conveniencia de que las madres seamos las mejores amigas de nuestras hijas, o no. Lógicamente, este hecho tiene ventajas y desventajas a simple vista y algunas más profundas que por razones de espacio hoy no vamos a presentar aquí. Pero para todas aquellas que deseen evaluar, aquí dejo esta sencilla lista de control para que extraigan sus propias conclusiones.

Solía escuchar que convertirme en madre me cambiaría la vida, que tendría menos horas de sueño, que siempre estaría preocupada, que mi hijo sería lo primero...

Como dice el dicho, no se puede comprar el amor. Esto aplica a la perfección con el amor de una madre que es el más grande, incondicional y único que tendrás en tu vida. A mi me gusta decir que el Día de la Madre es todos los días, pero aprovechamos esta fecha para homenajearla como se merece.

Cada paso que damos y decisión que tomamos en la vida nos forma. Pero, la pregunta es, ¿hemos dado cada paso correctamente? No lo sé, lo que sé es que cada paso que nos ha hecho crecer lo tomamos gracias a que alguien nos guió. ¿Quién? Nuestra madre.

El Día de la Madre se acerca y es una ocasión perfecta para mostrarle cuánto la quieres y devolverle un poco del amor que te ha dado toda la vida. Pero, como a veces no es sencillo encontrar el regalo perfecto y hay cosas que valen más que algo material, hoy te daré algunas ideas de gestos que una madre valora más que un regalo o cualquier cosa que le puedas decir. ¡Te encantarán!

Sí, aunque nuestras madres nos hayan vuelto locas toda la vida con sus “compórtate bien”, “lleva un abrigo” o “ponte protector solar”, sus consejos siempre fueron útiles y si hay algo que sabemos es que mamá tenía razón.