Desde que nuestros hijos llegan al mundo nos rodean de momentos maravillosos que no podremos olvidar jamás. Es más, en circunstancias difíciles, los recuerdos de esos momentos vividos nos ayudan a sacar toda nuestra energía de madre hacia afuera y a utilizarla como motor de empuje. ¿Quieres saber a qué momentos inolvidables entre madres e hijos me refiero? A estos:
5 momentos entre madres e hijos que siempre recordaremos por ser especiales


#1 Cuando lo sostienes en brazos por primera vez
Cuando sostenemos en brazos por primera vez un hijo sentimos un amor de madre que no sabíamos que existía. El duro trabajo de parto no puede empañar el momento de sostener a nuestro bebé por primera vez. Es difícil poner en palabras lo que se siente, pero si eres mamá sabes a qué me refiero, ¿verdad?

#2 La primera sonrisa
Da igual si tu hijo tiene 5 meses o 5 años, su sonrisa es tu mayor tesoro, ¿cierto? Por este motivo, el día que te regaló su primera sonrisa siempre será un momento inolvidable para ti.
Si en algún momento difícil necesitar recordar algo bonito, recuerda a tu hijo sonriendo.

#3 Cuando te dice: “Mamá, te quiero”
Cuando un hijo nos dice que nos quiere sentimos dentro una sensación difícil de describir. El amor que siente un hijo por su madre es el amor más puro y sincero que pueda existir en este mundo.
Si pensabas que amabas a tu pareja por encima de todas las cosas, al tener un hijo conociste otro tipo de amor inmenso. A un hijo lo amas por encima de todas las cosas, es un amor diferente.

#4 Cuando corre a tus brazos para buscar protección
No hay nada en este mundo que un abrazo y un beso de una madre no pueda curar. Ese apoyo emocional y esa energía que solo las madres podemos transmitir es algo mágico que regalamos a nuestros hijos desde lo más profundo de nuestros corazones.
Tu hijo lo sabe y por eso recurre a tus brazos cuando más lo necesita. Es un momento mágico que todas las madres debemos proporcionar.

#5 Cuando te contó sus primeras confidencias
Todos los hijos crecen y comienzan a tener sus propias vivencias, pero a todas las madres nos sorprende de emoción cuando nos comparten una confidencia. En ese momento no podemos evitar sentirnos especiales, es algo maravilloso.
Sin dudas, en la vida de una madre hay momentos agotadores, de esos en los que solo pensamos en descansar en la cama y en los que recordamos qué era eso de ser mujer sin hijos. Pero eso ya pasó a la historia y nuestra vida es una realidad totalmente diferente donde SER MADRE es verdaderamente lo más importante que nos ha pasado jamás.









