Los menores migrantes detallaron los supuestos maltratos del Centro Juvenil Shenandoah Valley, Virginia, en documentos judiciales federales. Según relataron, fueron golpeados mientras llevaban grilletes y estuvieron encerrados en aislamiento durante largos períodos, abandonados desnudos y tiritando de frío en celdas de concreto. Además, los llamaban "cabeza mojada" o "pendejos".

Pandilleros en su país de origen asesinaron a su hermano y luego al tío que acudió a denunciar ese homicidio a la policía. Después les dieron cuatro horas para huir y en el camino fueron secuestradas. Estaban a punto de entregarse a las autoridades estadounidenses cuando el fiscal general Jeff Sessions ordenó desestimar el huir de las pandillas como motivos válidos para que el país otorgue asilo.

Autoridades federales acusan a los miembros del grupo delictivo como responsables de asesinar a varios pandilleros a machetazos y enterrar los cuerpos en zonas boscosas de Long Island. Los señalados enfrentar 15 cargos por estos crímenes.

En algunos casos, la política de deportación del gobierno de Donald Trump no les da tiempo a los salvadoreños para avisar que regresan a su país. Óscar Morales Flores, quien fue devuelto a su patria, cuenta que pandilleros de la Mara Salvatrucha le quitaron la camiseta para ver si tenía tatuajes tras llegar.

El cuerpo de Josue David Amaya fue encontrado sepultado a cinco pies de profundidad en un acto perpetrado, al parecer, por miembros de la pandilla MS-13. La víctima había desaparecido en el 2016. En las últimas horas fue arrestado uno de los responsables que también estaría vinculado el asesinato de otro joven hispano.

"Yo dije 'son animales' y ella respondió '¿cómo te atreves a decir eso?'", agregó el mandatario durante un evento en Tennessee. Por su parte, lo oficina de la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, negó que ella defiende a los pandilleros.