A los dos maras salvadoreños, con estatus legal en EEUU, se les acusa de planificar el asesinato de un miembro de un grupo rival por una deuda por drogas. Las autoridades interceptaron las llamadas y los descubrieron.

Bryan Funez, de 17 años, fue arrestado el 21 de febrero en la cuadra 2700 del Este de la calle Séptima. Y Jorge Alexander Cortez, de 23 años, fue arrestado el día siguiente en una zona de construcción en Hutto.

Al joven se le imputa ser un pandillero de la Mara Salvatrucha, pero no hay pruebas y las autoridades se niegan a liberarlo. Abogados temen que haya decenas de casos similares basados en denuncias anónimas.

Tras el operativo Cuscatlán, decenas de vehículos y otros bienes fueron incautados. También se allanaron viviendas, negocios y ranchos de playa.

Las organizaciones que defienden a detenidos expresaron que la policía de la ciudad ayuda a agentes de inmigración. ACLU defendió el año pasado 29 casos de este tipo en Long Island, donde hay preocupación por la presencia de la MS-13, y logró la libertad de 27 por falta de antecedentes y pruebas. Un vocero del alcalde Bill de Blasio negó las prácticas que se alegan.

Una colectividad integrada también por alguaciles y miembros de Activistas por las Víctimas del Crimen de Extranjeros Ilegales (AVIAC) instó al presidente a rechazar acuerdos sobre DACA. El mandatario advirtió que el gobierno volverá a cerrar si no se llega a una resolución con los demócratas, mientras el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, insinuó que algunos dreamers son "vagos".