La incertidumbre terminó para esta comunidad cuando el Centro Nacional de Huracanes confirmó que la ciudad salió del cono de trayectoria de este fenómeno. Pese al fuerte oleaje y los vientos, las playas se mantuvieron aptas para los bañistas que llegaron al área para disfrutar de un día soleado.

Los residentes de la ciudad dicen permanecer atentos, pero “aliviados” porque el huracán se alejó de su área. Sin embargo, unos de los que más celebraron que el fenómeno solo dejara lluvias y fuertes vientos fueron Jamie y Michael, quienes llegaron desde Nueva York para casarse frente a la playa y que al final de este sábado pudieron cumplir su sueño.

Ante la incertidumbre de cuál será el impacto de la tormenta en la costa este de Florida, que según los modelos metereológicos se librará del ojo del huracán, las familias hispanas que viven en casas móviles en la ciudad de Lake Worth, en el condado de Palm Beach, compran agua y alimentos mientras protegen sus hogares con tablas de madera o metal.

Los expertos Elena Tabraue y Eduardo Rodríguez explican que este fenómeno podría convertirse en categoría 5, ya que podría aumentar la velocidad del viento de 150 mph a 156 mph. Además, aclaran que aunque el huracán no impactará directamente a Florida, sí puede dejar lluvias y ráfagas en el área.

Según el Centro Nacional de Huracanes, en su reporte para las 8:00 pm de este sábado, el fenómeno continúa siendo categoría 4 y podría aumentar su intensidad. Se mantiene la vigilancia de tormenta tropical hasta las 5:00 pm del próximo martes, desde este condado hacia el norte, lo que implica marea peligrosa.

Ron DeSantis, durante una rueda de prensa, indicó que el estado se encuentra aún atento a posibles eventualidades por tormentas. Sin embargo, aseguró que espera que este fenómeno “no afecte a Carolina del Norte, Carolina del Sur, ni a Georgia y se vaya a otro lugar”. Resaltó que días antes los mandatarios de estos estados le ofrecieron ayuda y dijo ahora estar presto a sus necesidades.