Según agencias de noticias, la iniciativa fue convenida por los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin en su extensa primera reunión a puertas cerradas en la cumbre del G20 en Hamburgo, Alemania.

El primer viaje internacional de Trump le ayudó a escapar de las presiones del ‘Rusiagate’, pero este segundo lo pone frente a quien la inteligencia culpa de la interferencia de las elecciones del 2016 y que tiene a su campaña bajo la lupa de una investigación federal.

El atentado tuvo lugar en la plaza de Tahrir, próxima al centro histórico de Damasco, cuando un conductor hizo estallar su vehículo. Según la televisión oficial, la policía perseguía a tres vehículos, dos de los cuales explotaron antes de entrar en la capital, en una carretera que va al aeropuerto.

La Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) confirmó el uso de armas químicas el pasado abril en Jan Sheijun, aunque no apunta a quién fue el responable. Occidente culpa al régimen del líder sirio Bashar al-Asad, mientras que el gobernante lo niega.

Mientras Bagdad anuncia la inminente victoria de las fuerzas iraquíes en Mosul sobre el grupo Estado Islámico, el medio sueco Expressen dio a conocer la historia de Falah Aziz, un policía iraquí que degüella a presuntos combatientes sin mediar ningún juicio.

El secretario de Defensa, James Mattis, dijo a periodistas que la alerta al gobierno de al Assad parece haber puesto freno a otro ataque similar al ocurrido en abril y que el Pentágono había detectado.