Los padres de Jonathan Martínez, de 8 años, quieren que la muerte de su hijo sirva para crear conciencia sobre la rara enfermedad, caracterizada por retrasos de aprendizaje y problemas cardíacos, pero también por talentos extraordinarios.

El mismo estado donde apareció la fosa clandestina más grande del país registra numerosas irregularidades en la búsqueda de desaparecidos. El último escándalo: miles de pruebas de ADN tomadas a familiares para compararlas con cadáveres sin identificar resultan inservibles.

La empresa Adanvance Genomic Solutions creó una prueba que examina 50 genes y otras 50 variables como la alimentación y la actividad física, para responder el frecuente interrogante.

Omar Martínez nació con 6 dedos en las manos y 7 en los pies, debido a una herencia genética de su abuelo. Aunque con muchas restricciones, el joven salvadoreño se las arregla para salir adelante y darle de comer a sus hermanas menores, pues sus padres murieron hace tres años de forma natural.

Un analista señaló que los congeladores que almacenan pruebas de espermatozoides y sangre estaban a una temperatura mayor a lo permitido que pudo haber afectado las muestras.

Este es el segundo caso de convictos que piden pruebas de ADN. El resultado confirma que no se halló presencia genética de un tercero en la escena que pudiera favorecer la teoría de los imputados, de que fueron otros los asesinos de la mujer.