Todos sabemos que no existe un manual para aprender a ser madre ni padre, pero siempre nos dan consejos a la hora de ser madres primerizas, datos y hasta pequeños tipos de cosas para hacer y cosas a evitar. El hecho es que nada de eso realmente te prepara para el gran cambio que vas a sentir en tu vida una vez que el niño comience a formar parte activa de tu vida diaria.

Durante el embarazo es necesario extremar ciertos cuidados porque cosas que nos parecen sin importancia pueden afectar seriamente al bebé que está por venir. Un caso claro de ello es la contaminación de bacterias o parásitos como es la listeriosis. La bacteria recibe el nombre de Listeria monocytogenes y genera una infección que es la listeriosis, la cual puede afectar gravemente al niño.

Nuevos censos se han hecho y la información que se ha develado de ellos no es muy positiva, que digamos. En el último censo realizado en los Estados Unidos por la empresa U.S. Census Bureau se demostró que las mujeres que están cerca de los 40 años no tienen hijos y las que tienen son cada vez en menor cantidad.

No entendemos la lógica o no lógica de los antojos durante el embarazo. Es decir, ¿qué hace que una mujer se antoje de ganas de comer helado y otra de ganas de comer verdura? No hay una explicación certera a esto, pero sí se sabe que está claramente relacionado con las hormonas.

Nuevos estudios se realizan y en este caso ha surgido uno bastante particular en mi opinión. El mismo no se ha probado en humanos sino en ratas, por lo cual no es aún del todo confiable ni del todo comprobado que se cumpla en la realidad.

Una de cada cuatro mujeres en los Estados Unidos acarrea una bacteria que puede causar serias lesiones en su hijo. Los bebés que contraen esta bacteria pueden ser perdidos durante el embarazo, o pueden llegar a nacer y morir poco tiempo después. En el caso de que sobrevivan pueden, y seguramente les pasará, sufrir lesiones como ser sordos, ciegos, tener retrasos mentales o parálisis cerebral.