Semana 8 de embarazo

Avanzamos una semana más en el embarazo y llegamos a la octava, la culminación del segundo mes. Seguramente sea a partir de ahora en que los cambios más intensos comiencen a ocurrir. Es el fin de la etapa embrionaria y el comienzo oficial del feto, que en latín significa “cría”. Es decir, ahora lo que llevas dentro tuyo será tu cría y aunque estés impaciente por ya tenerla entre tus brazos y conocer su rostro, aún restan largos meses de espera.

Mientra esperamos, vamos a seguir informándonos acerca de lo que sucede dentro de tu pancita en esta semana 8 de embarazo.

El embrión que hasta entonces dependía del saco vitelino, ahora que ha pasado a la etapa de feto, ya no necesita de él para su alimentación, por lo que el saco vitelino se marchita y la placenta pasa a ser la encargada de darle al feto todos los nutrientes necesarios para desarrollarse correctamente. Mediante el cordón umbilical que conecta a la placenta que recubre al feto, es que se le transfiere a su sangre todo lo que necesita: agua, oxígeno y comida. Pero así como le llega todo esto de su mamá, también se les transfiere aquello nocivo que la mamá pueda ingerir.

Para el fin de este segundo mes tu bebé ya estará alcanzando a medir entre 1,5 cm y 2 cm. Cada vez crece más rápido. Ya están en pleno funcionamiento el corazón y el hígado, aunque siguen desarrollándose. En una ecografía ya se puede reconocer claramente la columna vertebral del futuro bebé dado que su piel aún es traslúcida.

Si bien el sexo del bebé está determinado genéticamente desde un comienzo, tú aún no lo puedes saber dado que sus genitales externos están en formación. A ser pacientes y esperar un poco más para pintar la futura habitación del bebé, recién estamos en la octava semana de embarazo.

Un dato curioso es que la explicación a los antojos que puedes tener es biológica, tu cuerpo instiga a generarte deseos de alimentarte, para asegurar que el bebé recibirá lo que necesita.