Glen Rogers, de 62 años, conocido como el “Asesino de Casanova”, está programado para ser ejecutado este jueves en una prisión estatal de Starke, Florida. Fue sentenciado en 1997 por el asesinato de una mujer que conoció en un bar de Tampa.

Hutchinson alegaba ser víctima de una conspiración del gobierno por denunciar enfermedades de veteranos. La defensa sostuvo que sufría trastornos mentales vinculados a su servicio militar en la Guerra del Golfo.

Florida renudó las ejecuciones en 2025. En 2024 solo hubo una ejecución en el estado, mientras que en 2023 se registraron seis.

El individuo dijo antes de ser ejecutado que merecía morir por el crimen que cometió ya que creía en el "ojo por ojo".

Un pelotón de fusilamiento ejecutó nuevamente a un recluso de Carolina del Sur. El condenado era Mikal Mahdi, de 42 años, quien eligió morir de tres balazos en el corazón en lugar de inyección letal o silla eléctrica. Es la segunda ejecución en las últimas cinco semanas que el estado lleva a cabo con este controversial método.

Este es el tercer recluso en el corredor de la muerte de Florida ejecutado este año, con otra inyección letal programada para el 1 de mayo bajo órdenes de ejecución firmadas por el gobernador, Ron DeSantis.