Florida suma 11 ejecuciones en 2025; Curtis Windom mató a tres personas en 1992

ORLANDO, Florida.- Curtis Windom, un hombre condenado por asesinar a tres personas en 1992 en la zona de Orlando, murió este jueves por inyección letal en la prisión estatal de Florida, ubicada en Starke.

Alcanzó a pronunciar unas palabras sobre su tiempo en el corredor de la muerte, aunque resultaron ininteligibles. Instantes después, al comenzar la inyección, respiró con fuerza y sus piernas se estremecieron varias veces. Poco a poco, sus movimientos cesaron hasta quedar completamente inmóvil. Cuando se levantó la cortina de la cámara de la muerte, Curtis Windom apareció con el rostro cubierto por una sábana.

Curtis Windom fue declarado muerto a las 6:17 p.m. tras recibir la inyección letal, informaron las autoridades. Fue sentenciado a morir por los asesinatos ocurridos el 7 de noviembre de 1992 de su novia, Valerie Davis; la madre de ella, Mary Lubin; y Johnnie Lee, en el área de Orlando.

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Su ejecución marca un récord en el estado, al ser la undécima del año, superando cualquier registro previo desde que la pena capital se restableció en el país en 1976.

Windom, de 59 años, fue sentenciado a muerte por el asesinato de su novia Valerie Davis, la madre de ella, Mary Lubin, y de Johnnie Lee, a quien acusaba de deberle 2,000 dólares. Además, fue condenado a 22 años de prisión por intento de homicidio, tras disparar y herir a otro hombre durante la misma jornada de violencia.

De acuerdo con los registros judiciales, el 7 de noviembre de 1992 Windom se enteró de que Lee, el hombre con el que tenía la disputa económica, había ganado 114 dólares en un hipódromo de galgos. Minutos después, le dijo a un amigo: “Vas a leer sobre mí”, anticipando lo que estaba por suceder.

Ese mismo día compró un revólver calibre .38 y municiones en un Walmart. Poco después localizó a Lee y le disparó dos veces desde su vehículo, para luego rematarlo de pie con dos balazos más a corta distancia.

No satisfecho, se dirigió al apartamento de su pareja, Valerie Davis, a quien asesinó “sin provocación” frente a un testigo. En su camino, también disparó de manera aleatoria contra otro hombre, al que dejó herido. La jornada sangrienta culminó cuando se encontró con Mary Lubin, madre de Davis, y la mató dentro de su automóvil en una intersección.

Apelaciones y defensa durante más de 30 años

Durante más de tres décadas, los abogados de Windom buscaron sin éxito frenar su ejecución, argumentando que en el juicio no se presentaron pruebas suficientes sobre sus problemas de salud mental.

Sin embargo, la Corte Suprema de Florida consideró que esa omisión no fue decisiva, ya que de haberse introducido esas pruebas la fiscalía habría respondido con evidencias de que Windom era narcotraficante y que tanto Davis como su madre eran informantes de la policía.

El miércoles, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó su último intento de apelación.

A pesar de la brutalidad de los crímenes, la hija de Windom, Curtisia, lideró esfuerzos para evitar la ejecución de su padre. En declaraciones al Orlando Sentinel, señaló que ella y sus hermanos han sufrido las consecuencias del pasado, pero lograron perdonar. “Hemos sido traumatizados. Crecer no fue fácil, pero si nosotros lo perdonamos, no entiendo por qué gente que no ha vivido nuestro dolor cree que debe morir”, expresó.

La muerte de Windom es la número 30 en Estados Unidos en lo que va del año. Florida lidera con once ejecuciones, seguida de Texas y Carolina del Sur, con cuatro cada uno. El récord ha sido impulsado por la firma de numerosas órdenes de ejecución del gobernador Ron DeSantis.

La próxima ejecución en el estado ya está programada: David Joseph Pittman, de 63 años, será ejecutado el 17 de septiembre. La más reciente ocurrió el pasado 19 de agosto, cuando Kayle Bates, de 67 años, fue ejecutado por el secuestro y asesinato de una mujer en el Panhandle de Florida.

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