La agencia oficial de prensa informó que los condenados estaban vinculados al "Estado Islámico, Al Qaida, los hutíes y otras organizaciones terroristas". La última ejecución masiva del reino se produjo en enero de 2016, 47 personas fueron ejecutadas entonces.

Matthew Reeves, un hombre negro de 43 años, pasó su último día sin comer y, antes de recibir la inyección letal en la prisión de Holman, en Alabama, no pronunció sus últimas palabras. La de Reeves fue la segunda ejecución en un solo día en EEUU.

Donald Anthony Grant, de 46 años, está programado para recibir la inyección letal en la Penitenciaría Estatal de Oklahoma, en McAlester. Sus abogados pidieron clemencia alegando que ha mostrado arrepentimiento y sufre de enfermedad mental, pero un junta rechazó la petición.

Las ejecuciones, realizadas durante la última década, se produjeron por ver o distribuir videos del estilo de música conocido como K-pop. Otras personas fueron ejecutadas por delitos relacionados con drogas (5), prostitución (5), tráfico de personas (4), asesinato o intento de asesinato (3) y "actos obscenos" (3). Murieron ejecutados mediante fusilamientos o por ahorcamiento, según el reporte de la organización.

Mientras estaba en el pabellón de la muerte de una prisión, David Neal Cox aceptó un trato con los fiscales para revelar información que ayudara a encontrar los restos de su cuñada desaparecida hace 14 años. Cuatro semanas después de su ejecución, los investigadores localizaron un cuerpo.

A David Neal Cox lo ejecutaron en Mississippi por matar a su exmujer en 2010. Justo antes de morir le confesó a sus abogados que también mató a su excuñada y tres años antes, en 2007.