La neumonía es una infección que se produce en los pulmones. Suele ir acompañada de inflamación y fluidos. Puede ser causada por varios agentes patógenos y, lamentablemente, produce la muerte de muchos niños en el mundo. Por ello es importante conocer las características de esta enfermedad. Veamos hoy sus causas, síntomas y maneras de tratar la neumonía en la infancia.

El cuidado de niños con enfermedades de gravedad inevitablemente hace mella en la dinámica familiar, y los menores saludables no escapan de ello. A veces los padres, inmersos en el estrés y la incertidumbre de la situación, olvidan el impacto emocional que un niño enfermo puede tener en sus hermanos. Tomar conciencia del problema y llevar a cabo algunos pasos hace las cosas un poco más fáciles y permite manejar varios asuntos antes de que se desarrollen.

La mayoría de los niños pasa su infancia de manera segura, los padres se preocupan justamente porque así sea. Los cuidan y los protegen de cualquier hostilidad. Precisamente uno de sus mayores desafíos es enseñar a sus hijos a ser prudentes sin llenarlos de temores y ansiedades. La importancia de prepararlos reduce considerablemente los riesgos de ser secuestrados.

La varicela es una enfermedad que tiene lugar mayormente durante la infancia. Los padres pueden tratar las incómodas ampollas que aparecen por todo el cuerpo mediante métodos caseros simples sin que haya necesidad de hospitalizar al paciente. Veamos algunos consejos sobre cómo tratar a los niños con varicela.

Todos sabemos que la obesidad infantil es un factor de riesgo para muchas enfermedades crónicas que se desarrollan en la adultez. Sin embargo, la mayoría de los padres ignora que los niños y adolescentes obesos a menudo tienen problemas de salud relacionados con el peso durante la infancia.

Al no tener aún un sistema inmunológico estable, los bebés tienden con mucha frecuencia a pescar resfriados. Algunos padres llegan a asustarse porque creen que sus hijos tienen algún problema grave. No hay razón para alarmarse: los catarros no acaban con la vida de nuestros pequeños, así que no es necesario darles medicamentos fuertes.