El cuidado de niños con enfermedades de gravedad inevitablemente hace mella en la dinámica familiar, y los menores saludables no escapan de ello. A veces los padres, inmersos en el estrés y la incertidumbre de la situación, olvidan el impacto emocional que un niño enfermo puede tener en sus hermanos. Tomar conciencia del problema y llevar a cabo algunos pasos hace las cosas un poco más fáciles y permite manejar varios asuntos antes de que se desarrollen.
¿Cómo tratar a los hermanos de niños con enfermedades severas?


Formas de ayudar a los niños sanos
Es evidente que los padres no pueden eliminar la fuente que produce el efecto doloroso en los hermanos sanos, pero sí pueden aliviar el estrés y hacerlos sentir seguros, cuidados y protegidos. Los siguientes consejos servirán de ayuda:
Mantén la comunicación abierta
Presta atención a las necesidades y emociones de los hermanos. Anímalos a hablar de sus sentimientos y trata de leer entre líneas lo que realmente están experimentando. Esto en realidad puede ser agotador si te pasas el día en un hospital, pero un poco de atención y conversación puede hacer que los niños sanos sepan que son importantes y que sus necesidades te preocupan.
Trata de mantener la normalidad tanto como sea posible
Mantén la continuidad y trata a los niños con justicia. Apégate a las normas establecidas y refuérzalas. Además de reducir los celos y la culpa, esto puede enviarles a los hermanos un mensaje de optimismo respecto al niño enfermo. Deja que la rutina de la casa se mantenga hasta donde se pueda.

Acepta ayuda de otros
Si aceptas la ayuda que te brindan otras personas —transporte, medicinas, alimentos, cuidados—, podrás liberarte un poco de la presión diaria y tener recursos para ocuparte también de la familia. También le enseñarás a tu hijo cuán loable es aceptar la generosidad de las personas.
Está bien divertirse un poco
Divertirte y pasar un buen rato puede ser una buena manera de liberar el estrés y recargar tus baterías. Trata de separar un tiempo para compartir con los niños y la familia, sin que estén centrados en la enfermedad. También puedes salir solo con los hermanos sanos y focalizarte en sus problemas.
Incluye a los hermanos en los tratamientos y cuidados médicos
Incluir a los hermanos en algunas visitas al hospital puede ayudar a clarificar la enfermedad. Además pone a los niños en contacto con hermanos de otros pacientes. Los niños entonces se sienten parte del proceso, se sienten que están ayudando.
Muchos centros hospitalarios ofrecen servicios de consejería familiar, talleres grupales y otras actividades que pueden ayudar a que tus hijos sanos se sientan menos solos. Ellos también necesitan ser cuidados y protegidos, son solo niños creciendo que se merecen todo tu apoyo. Nunca lo olvides.









