El 12 de febrero de 2014, Inti Rodríguez cubrió la protesta donde policías sin unforme mataron a civiles. Tras una larga y atípica jornada laboral, se dispuso a regresar a su casa. Nunca lo logró. Fue secuestrado por paramilitares, que lo tuvieron dos horas cautivo en el 23 de Enero, en Caracas. Esta es una de las 11 historias recopiladas por Ipys Venezuela en Crónicas Insumisas: periodistas y gerentes de medios, editores y caricaturistas venezolanos que se han negado a renunciar a su derecho a la libre expresión.

Indira Lugo es directora del Diario Región en Sucre, Venezuela. Pero esto no le impide salir a cubrir las noticias y eso hacía el 20 de mayo de 2017, cubría una protesta. Una turba chavista la rodeó y la golpeó. Luego fue detenida en un camión militar y la llevaron a un cuartel. Apenas salió se fue a la redacción a escribir la nota que saldría al día siguiente. Esta es una de las 11 historias recopiladas por Ipys Venezuela en Crónicas Insumisas: periodistas y gerentes de medios, editores y caricaturistas venezolanos que se han negado a renunciar a su derecho a la libre expresión.

La mayoría de los bancos de sangre de los hospitales públicos están paralizados por la escasez de reactivos. Las donaciones han disminuido porque las personas prefieren negociar su sangre con los pacientes que la necesitan.

A punto de morir de inanición se encuentra Leo, un león de Maracaibo. El 'rey de la selva' está tan débil que no es capaz de levantarse ni para comer.

La detención de Jesús Urbina y María José Túa, activistas de Transparencia Venezuela en Zulia, y de dos reporteros brasileños, se suma a la lista de arbitrariedades cometidas por el Estado venezolano. Los periodistas locales colaboraban con los brasileños en una investigación sobre las empresa Odebrecht en Venezuela. Esta es una de las 11 historias recopiladas por Ipys Venezuela en Crónicas Insumisas: periodistas y gerentes de medios, editores y caricaturistas venezolanos que se han negado a renunciar a su derecho a la libre expresión.

El Banco Central de Venezuela emite moneda a un ritmo frenético para que el gobierno chavista cumpla con el gasto que promete para reelegirse. El resultado: más dinero detrás de muy pocos productos, una combinación que dispara los precios.