Un caso de abuso sexual en contra de una menor en 2014 y el intento de agresión a otra niña llegó a su fin, luego de que un juez del condado de Kern sentenciara a cadena perpetua de 113 años al delincuente.

Mason Sisk, quien ahora tiene 18 años, asesinó a su familia en su casa de Elkmont, Alabama, en septiembre de 2019. No tendrá la posibilidad de salir en libertad condicional, pesa a que las leyes desaconsejan esa pena para una persona que cometió el crimen siendo menor de edad.

Antes de Danelo Calvante, otra fuga reciente en esa misma prisión hizo que se tomaran medidas adicionales de seguridad, pero en este caso, más que una cuestión estructural, el fallo clave que permitió que el preso pudiera escaparse fue un error humano, según la propia dirección de la cárcel.

Sarah Brandao, la hermana de Deborah Brandao, quien fue asesinada a puñaladas por Danelo Calvacante, teme que el ahora fugitivo asesino de su hermana esté tras ellas y pueda aparecer en su casa situada en el mismo condado de la prisión de donde escapó.

Luego que su madre fuera encarcelada y las autoridades no permitieran que viviera junto a su padre, la menor terminó en casa de una amiga de su mamá junto a su pareja, quienes la torturaron hasta la muerte. Tras la condena del hombre, la mujer se someterá en octubre a un juicio por la misma causa. El cuerpo de la niña nunca ha sido encontrado.

Curtis fue declarado culpable del asesinato en 2017 de Ruby y Curtis Atkinson, residentes de Charlotte, del secuestro de su sobrina de 11 años y de otros delitos relacionados.