El Supremo no puede evitar la política, pero sí el sectarismo

"Por la forma en que se escoge a sus integrantes, y por el divisionismo en la nación, el supremo no puede esquivar del todo la política ni la percepción pública de que está politizado. Pero sus miembros, individual y colectivamente, sí pueden poner de su parte para mitigar esa percepción, como ha sucedido en épocas anteriores".

Tribunal Supremo de Estados Unidos
Tribunal Supremo de Estados Unidos

La Corte Suprema de Estados Unidos reanuda esta semana sus audiencias presenciales por primera vez desde que comenzó la pandemia hace 19 meses. En su agenda aparecen temas fundamentales para nuestra vida en sociedad. Van desde un nuevo reto conservador en Mississippi a la decisión Roe Vs. Wade, que aceptó el principio de la libre elección de la mujer en lo concerniente al aborto, hasta una nueva tentativa liberal de frenar la venta de armas de fuego en Nueva York, pasando por la decisión de Maine de prohibir la ayuda con fondos públicos a escuelas privadas que promueven una sola religión. Es para reservar palco.

PUBLICIDAD

Pero el trasfondo de la nueva temporada es la creciente percepción popular de que el máximo tribunal de justicia del país se ha politizado, dándole mayor peso en sus decisiones a la política y a la politiquería que a su propósito constitucional de impartir justicia. Por primera vez en décadas, los sondeos de opinión reflejan que la corte que preside John Roberts apenas llega al 40 por ciento de popularidad. Esto preocupa al propio Roberts, quien se había esmerado en mantener una línea centrista para proteger la imparcialidad y la imagen de la institución; y también a otros jueces conservadores que en estos días han defendido en público lo que consideran su independencia ideológica y negado que la corte se haya politizado sin remedio o vuelta atrás.

Mi último noticiero
Jorge Ramos

“Al decir esta noche mis últimas palabras en el noticiero, me quedé pensando en todo lo que me queda por delante. Después de todo, los periodistas nunca se retiran. Estamos condenados toda la vida a perseguir noticias, a perseguir lo nuevo”. <br/>

Mi último noticiero

Opinión
8 mins
Inventando otro Macondo
Jorge Ramos

“El reto de la serie era, en el mejor de los casos, complementar al libro y dar una visión, entre millones, de cómo era la vida en Macondo. Y lo logra. Agradezco las narraciones tomadas íntegramente del libro y las magníficas actuaciones marcadas por las páginas más que por las improvisaciones”.

Cómo vencer a Trump
Jorge Ramos

<b>“</b>En la cabeza de Trump todo conspira para demostrar su poder. Ganó la elección y el voto popular, se desvanecen los juicios en su contra, y legalmente se siente protegido para hacer lo que se le pegue la gana. Se siente en el tope. Es en este contexto que Trump amenazó con la imposición de aranceles contra México, Canadá y China”.

Cómo vencer a Trump

Opinión
5 mins
En México nadie sabe cómo
Jorge Ramos

<i>“Duele pero hay que decirlo: en México nadie sabe cómo detener la violencia. Si lo supieran, ya lo hubieran intentado. Lo que hemos visto desde la época de Felipe Calderón, cuando se declaró la guerra contra los narcos, son distintos experimentos -todos fallidos- para enfrentar la violencia”.</i>

La cruel y tonta idea de las deportaciones masivas
Jorge Ramos

<i>“Causarán un daño irreparable a miles de familias y a la economía estadounidense. No se trata de expulsar a los indocumentados sino de integrarlos a este país. Sería mucho más barato y efectivo. Pero Trump y sus asesores solo se oyen a sí mismos”.</i>

Trump: una amenaza para México
Jorge Ramos

“Hay mucho que negociar antes que Trump tome posesión el 20 de enero. Pero el peligro de deportaciones masivas, aranceles y hasta de operaciones militares en su territorio ha puesto en alerta a la nueva presidenta de México. Sheinbaum y Trump ya hablaron y se dijeron esas cosas huecas que se dicen los presidentes por teléfono”.

Y si los latinos deciden la elección…
Jorge Ramos

“La realidad es que cada vez hay más votantes latinos. Este año hay 36.2 millones de hispanos elegibles para votar, casi cuatro millones más que en 2020, según el centro Pew. Y aunque no todos van a salir a votar, los que lo hagan serán suficientes para definir quién será el próximo presidente o presidenta de Estados Unidos”.

El enemigo perfecto
Jorge Ramos

“Gane quien gane la elección en Estados Unidos, las cosas van a empeorar para los recién llegados. Los inmigrantes son el enemigo perfecto en esta campaña electoral. Son muy vulnerables, lo dejaron todo en su país de origen y no se pueden defender de los ataques injustificados de los políticos que solo quieren ganar votos”.

El enemigo perfecto

Opinión
5 mins
  El mundo imaginario de Donald Trump
Jorge Ramos

&quot;En este caso, nos toca apuntar y corregir todas las mentiras que Trump ha dicho -y que sigue diciendo- sobre los inmigrantes, sobre la insurrección del 6 de enero del 2021 y sobre todos los esfuerzos ilegítimos por negar los resultados de las elecciones del 2020. Las democracias mueren, primero, desde dentro&quot;.

Por la familia, todo: Ruben Gallego sobre su candidatura para ser el primer senador latino de Arizona
Rubén Gallego

&quot;A los 14 años, vi a mi familia y a mi comunidad y me dije: hay un futuro mejor para nosotros; podemos progresar y las cosas pueden mejorar. Todo lo que hago y lo que soy tiene sus raíces en mi comunidad latina, y me llena de humildad poder llegar a representar a nuestra comunidad en el Senado. Es un deber que asumiré con orgullo y mucho honor.&quot; Read this content in <a href="https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator" target="_blank" link-data="{&quot;cms.site.owner&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;00000147-f3a5-d4ea-a95f-fbb7f52b0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ae3387cc-b875-31b7-b82d-63fd8d758c20&quot;},&quot;cms.content.publishDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.publishUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;cms.content.updateDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.updateUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;link&quot;:{&quot;target&quot;:&quot;NEW&quot;,&quot;attributes&quot;:[],&quot;url&quot;:&quot;https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bf0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ff658216-e70f-39d0-b660-bdfe57a5599a&quot;},&quot;linkText&quot;:&quot;english&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bb0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;809caec9-30e2-3666-8b71-b32ddbffc288&quot;}">english</a>.

En realidad, el Supremo históricamente nunca ha estado del todo libre de la política o la politización. Ha sido el resultado inevitable de que a sus jueces los nominan los presidentes de uno u otro partido y los confirman los senadores, todos ellos animales políticos por antonomasia. Pero lo cierto es que la percepción de que se ha politizado de manera nociva para nuestra democracia puede anclarse con cierta razón en acontecimientos recientes.

Uno de ellos es que los jueces designados por presidentes republicanos desde 1991 – Clarecen Thomas, Samuel Alito, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amey Coney Barret- se han comportado ostensiblemente como conservadores, tal vez más y con mayor frecuencia que sus colegas escogidos por presidentes demócratas se han conducido como liberales. Esto representa un cambio respecto a la moderación con que tradicionalmente actuaban y se pronunciaban los integrantes del Supremo, sobre todo durante la era moderna. Mas incluso algunos liberales, como la recientemente finada Ruth Bader Ginsburg y Sonia Sotomayor, han adoptado posturas públicas que fácilmente revelan sus inclinaciones filosóficas e ideológicas.

PUBLICIDAD

Las profundas divisiones y la constante crispación política en el país también contribuyen a la politización del Supremo. Por cuestiones de ideología, los republicanos cerraron filas para impedir que el juez Merrick Garland, designado por el presidente Obama, llegara a la corte. Ni siquiera le dieron una audiencia en el Senado, alegando que no se debía nombrar a un magistrado del Supremo en época electoral. Ese argumento, sin embargo, no impidió que los senadores republicanos confirmaran a todo vapor a la jueza conservadora Barrett antes de las elecciones de 2020. A su vez, los demócratas tronaron sin piedad contra los últimos tres nominados por Donald Trump, Gorsuch, Kavanaugh y Barret.

Por la forma en que se escoge a sus integrantes, y por el divisionismo en la nación, el Supremo no puede esquivar del todo la política ni la percepción pública de que está politizado. Pero sus miembros, individual y colectivamente, sí pueden poner de su parte para mitigar esa percepción, como ha sucedido en épocas anteriores. Para lograrlo, deberían abstenerse de participar en actividades públicas partidistas, como foros, retiros y recaudaciones de fondos con connotaciones ideológicas. A la jueza Barrett le ha llovido un vendaval de críticas por pronunciar un discurso en un acto de homenaje a ese abanderado del sectarismo político que es Mitch McConnell, hoy degradado a líder de la minoría republicana en el Senado. Sotomayor también se ha llevado lo suyo por quejarse con amargura de “la decepción con la ley” durante un acto auspiciado por la Asociación Nacional de Abogados la semana pasada.

PUBLICIDAD

Junto a las elecciones transparentes y libres, la alternancia en el poder y el periodismo independiente, la Corte Suprema es un bastión fundamental de la democracia estadounidense. Su historia no ha estado exenta de controversias y convulsiones. Baste mencionar el caso de Samuel Chase, firmante de la Declaración de Independencia y magistrado del Supremo, a quien la Cámara de Representantes impugnó por sectarismo ideológico y el Senado absolvió. Sin embargo, sucesivas generaciones de magistrados, conservadores, liberales e independientes hicieron notables esfuerzos por preservar la independencia ideológica de su labor como árbitros imparciales de la justicia. Eso no los libró de cometer errores, a veces garrafales y de enormes consecuencias para el país. Pero les granjeó el respeto de sus contemporáneos y le dio a la institución un aura de honorabilidad que ahora se ve tristemente comprometida.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.