¿Pensaste que meditar era solo sentarte con las piernas cruzadas y cerrar los ojos? Pues en realidad necesitas seguir una serie de sencillos pasos si quieres meditar de manera correcta y efectiva...

A todas nos ha pasado alguna vez de sentirnos perdidos. En estos casos, necesitamos un pequeño recordatorio para volver a nuestro centro y empezar a vivir desde nuestro ser más auténtico, en lugar de ajustarnos a lo que la sociedad y la gente que nos rodea espera de nosotros.

Por experiencia, todos sabemos cómo se siente cuando sufrimos. Lo que quizás no sepas es cómo reacciona tu cuerpo ante el sufrimiento. Ya sea que se trate de dolor físico, como cuando te cortas un dedo o te golpeas el pie contra un mueble, o el dolor emocional causado por un divorcio o la pérdida de un ser querido, así es como tu cuerpo procesa realmente el sufrimiento.

Debido al ritmo de vida que llevamos, rara vez tenemos tiempo para sentarnos y reflexionar sobre lo que queremos en nuestro presente y hacia dónde queremos dirigirnos. A veces nos vemos subsumidas en una rutina que nos genera una sensación de agobio y cansancio de la que nos cuesta salir. Algunas mujeres se acostumbran a ese ritmo y lo llevan naturalizado, otras buscan experimentar aventuras que las lleven a conocer lugares, personas y actividades nuevas o simplemente a conocerse más a sí mismas.

Aunque siempre me gusta pensar que hay muchos motivos para estar felices, también es cierto que hay otros para estar tristes. ¡E incluso muchas veces estamos tristes y no sabemos ni siquiera por qué!

Hoy día se oye mucho sobre estas dos palabras: inteligencia emocional. Es que la sociedad en la que vivimos no solo valora la inteligencia lógica dominada por el hemisferio izquierdo. De a poco comienza a descubrir y ponderar aquellos aspectos de la persona que se vinculan con el manejo de las emociones y la empatía.