Los autores de la investigación hecha por la Universidad Estatal Bowling Green aseguran que estas cifras no reflejan la realidad por completo, pues los datos sobre crímenes sexuales cometidos por policías son casi inexistentes.

La demanda no busca una compensación económica para las víctimas, sino que se revelen todos los nombres y archivos de los sacerdotes católicos acusados de abuso sexual. El abogado de los demandantes asegura que hay una conspiración de silencio, secreto y autoprotección para evitar el escándalo.

Según testigos de lo ocurrido, el acusado interfirió en una práctica de fútbol americano en Long Beach, agarró fuerte a la menor, la lanzó al suelo e intentó desnudarla, pero la rápida acción de los presentes impidió que se cometiera el crimen. El sospechoso, identificado como Steven García, fue sometido a una evaluación mental y ahora enfrenta cargos por actos lascivos.

Las víctimas fueron apuñaladas por un adolescente que intentaba abusar sexualmente de la menor, quien solo tenía 11 años.

La hermana menor de Jenni Rivera abrió su corazón en Instagram y no pudo contener las lágrimas al confesar su miedo al abandono tras haber sido víctima de abuso sexual por parte de José Trinidad Marín cuando solo tenía 8 años.

El acusado es Ramón Morales Jacobo, maestro sustituto y quien presuntamente dormía a los niños y los acostaba en colchonetas. Los padres de los menores que al parecer fueron violentados presentaron ocho denuncias ante la fiscalía y acusaron a las autoridades escolares y a la policía de no haber atendido las denuncias con prontitud. Bloqueando vías y realizando diferentes manifestaciones exigieron justicia y la condena máxima para el sospechoso.