El gobierno de Recep Erdogan arrestó a 3,000 militares, destituyó a 5 generales y 29 coroneles, así como a 2,745 magistrados, 5 miembros del Ministerio de Justicia y hay orden de arresto contra 140 jueces del Tribunal Supremo.

Erdogan pide que EEUU extradite al clero musulmán. El opositor a quien acusa, sin embargo, había condenado "firmemente" el golpe de estado fallido.

La acción dejó al menos 190 muertos, unos 1,150 heridos, y al menos 1,563 militares detenidos, después de una madrugada de explosiones, combates aéreos y disparos.

Después de frenar el intento de golpe de Estado y recuperar el control del país, el presidente turco dejó claro que habrá duras consecuencias para los responsables.

Siete militares uniformados y uno de civil, que iban a bordo del aparato, solicitaron asilo político a las autoridades griegas. El gobierno turco pidió a Atenas la extradición "esos ocho traidores lo antes posible".

El mandatario se encontraba disfrutando de unas vacaciones al enterarse de la revuelta y volvió al país.