Es lógico y natural que cuando los hijos crezcan sientan el deseo de dejar a sus padres y comenzar una nueva vida. Por eso, desde pequeños es bueno conversar sobre esto para que ellos aprendan a ver las señales que les indiquen que ya están listos para volar del nido. ¡Y que nosotras como madres también podamos reconocerlas!

Entre nosotras, todos los consejos que mi madre me dio y todo lo que me dijo que sucedería, en realidad terminó siendo cierto, pero no se lo digas a ella. Con esto no quiero decir que siempre seguí sus consejos, estaba ocupada haciendo lo que se me daba la gana, pero sí guardo lecciones que ella me mostró. Hoy que soy adulta, puedo ver las cosas desde otra perspectiva y decir que hay bastantes razones por las que deberíamos escuchar a nuestras madres. Si quieres, puedo mostrártelas...

Siempre me pregunté que sería de mi vida cuando fuera madre, tratando de saber si podría ser al menos la mitad de buena en esa tarea de lo que ha sido mi madre durante toda mi vida. Desde que tengo uso de razón ella siempre ha estado allí, siempre preocupándose por nosotros, solucionando nuestros problemas, queriéndonos, desvelándose hasta que entráramos a casa luego de una fiesta y miles de cosas más. Definitivamente, mi madre es la mujer más importante de mi vida y seguro la tuya también lo es y, ¿sabes por qué? Por estas razones que hacen de tu madre la mejor y muchas veces no tenemos en cuenta.

A lo largo de la vida, los conflictos en las familias son algo inevitable, las personas no somos perfectas e intentamos hacer las cosas siempre de la mejor forma que sabemos. Por este motivo, sabemos que los conflictos de los padres con los hijos también son inevitables, pero ¿cómo superar estas desavenencias?

A algunos adolescentes les resulta difícil superar algunas etapas académicas. La gran cantidad de deberes, las discusiones con los amigos, las desavenencias con algunos maestros, el estrés por los exámenes o por su porvenir… todo esto puede causar que los adolescentes se sientan desmotivados con los estudios. Pero no es sólo tarea de los docentes motivarlos a seguir, los padres somos los máximos responsables de la educación de nuestros hijos, y por este motivo debemos intentar fomentar una actitud positiva por el estudio.

A la hora de hablarle a nuestros hijos, como padres debemos darnos cuenta que estamos ante seres que están aprendiendo constantemente, consciente y subconscientemente, es por esto que la forma de dirigirnos a nuestros hijos, es muy importante.