Los quehaceres diarios nos obligan a estar fuera de casa casi todo el día, y algunas veces, por el cansancio, no dedicamos tiempo a hablar con nuestros hijos. Pasa un día, pasan dos, tres... ¿cuánto tiempo tiene que pasar para darnos cuenta de que cada día sin hablar es tiempo que nos aleja de nuestros hijos?

Cuando lo hijos de tu pareja llegan a tu hogar hay varias opciones: huir, encerrarte en ti misma y dar los pasos necesarios para integrarlos a la familia y que todos puedan seguir con sus vidas lo mejor posible. Las dos primeras opciones son muy tentadoras, pero poco productivas. Por eso me concentro en la última y estos son los 11 pasos necesarios:

"Cuando alguien es implacablemente crítico contigo, siempre te encuentra en falta, nunca puede ser complacido, y te echa la culpa de todo lo que va mal, lo que te causa daño no es sólo todo eso sino su naturaleza insidiosa y los efectos acumulativos de los abusos, lo que con el tiempo carcome tu auto-confianza y tu autoestima”. Esta es una cita del libro La relación emocionalmente abusiva, de Beverly Engle, y mi elección de esta cita no es casual: la he elegido porque revela el daño profundo que causa la crítica excesiva. Por eso aquí reflexiono en tres aspectos en los que prácticamente todo hijo criticará a su madre y propongo un par de soluciones prácticas.

Obviamente hay muchos temas que una madre necesita hablar con su hijo o hija en el transcurso de su infancia, pero estos son los tres que he juzgado más importantes. Aquí están, sin ningún orden en particular:

Son muchos los padres que dicen llevarse mal con sus hijos, sin saber que el problema de fondo es la falta de buena comunicación con ellos.

¿Cada vez que le dices a tu hijo que friegue los platos o que saque la basura se genera una discusión? No te preocupes porque es algo habitual. La asignación de tareas del hogar es una de las mayores fuentes de conflicto en muchos hogares, pero afortunadamente existen algunas estrategias para que tus hijos las cumplan sin discutir.