Cientos de personas sacaron de su tiempo este miércoles para recibir en su casa a los Duques de Sussex, que llegaron temprano en la mañana y en helicóptero. El condado está localizado a poco más de 80 millas de distancia del palacio de Kensington, donde reside el matrimonio.

La madre de la duquesa de Cambridge fue duramente criticada por ofrecer el disfraz en su tienda de artículos para fiesta, ya que el atuendo fue considerado como "enfermo".

Ya pasaron al menos 70 años desde que el mundo sigue, aunque de lejos, los acontecimiento de la vida de la reina Isabel y el príncipe Felipe. Si hoy la familia real británica tiene los «cuentos de hadas» de William y Kate Middleton y de Harry y Meghan Markle, debemos reconocer que, en 1947, inició una historia de amor tan intensa y curiosa como las de las nuevas parejas reales.

La reina Isabel debe pensar en todo cuando un evento o procesión conmemorativa se aproxima en su agenda. Dejando de lado su vestuario y sus posibles discursos, siempre debe estar dispuesta a saludar a la concurrencia. Hacerlo durante horas seguro es agotador y por ello cuando la energía inicial pasa, la soberana utiliza una mano falsa para descansar el brazo.

Atrás quedó la licencia maternal y la duquesa de Cambridge retomó su trabajo real. Para el gran retorno, Kate Middleton asistió a una escuela en Londres donde compartió su tiempo en un campo durante un tiempo de recreación con niños. Allí jugó, se ensució las manos en el jardín y enseñó a los pequeños lo importante que es la naturaleza y el aire libre para el bienestar físico y mental.

Samantha Markle, quien hace unos meses llamó a la duquesa de Sussex narcisista, trepadora social y egoísta, viajó a Londres y quiso hacer las paces con la menor de sus hermanos. Su misión no parece que tendrá un final feliz.