El 2019 cerró con el brote de un nuevo coronavirus en Wuhan, China. A pesar de algunas medidas sanitarias el COVID-19 se propagó alrededor del mundo, convirtiéndose en una pandemia contra la que se sigue luchando.

Los dulces, pastelitos, helados, gomitas y demás postres son un deleite. No obstante, por su contenido nutricional y calórico, así como el hecho de padecer intolerancia a la lactosa o inflamarnos por no tener una buena digestión, muchas veces nos obliga a abstenemos de estas delicias.

La intolerancia a la lactosa se caracteriza por el desencadenamiento de reacciones que ocurren en el cuerpo casi inmediatamente después del consumo de leche y derivados. Dolor de estómago, sensación de hinchazón y náuseas son síntomas comunes de la condición, que es inofensiva si no se tienen en cuenta los desagradables síntomas.

La primera semana del año puede ser la más molesta de todas para el estómago. Los excesos de las fiestas de fin de año comienzan a hacerse presentes en el cuerpo, alterando la digestión, produciendo pesadez y generando una hinchazón que parece no irse con nada.

Cuentan las tradiciones populares y las leyendas urbanas que comer aguacate después de un enojo puede ser malo para la salud, pero, ¿será cierto?

La nutricionista brasileña Fernanda Granja indicó una receta de té que une cinco tipos de hierbas diferentes, y que tiene el poder de atenuar la sensación de malestar estomacal, la hinchazón y los problemas digestivos. El té utiliza las propiedades del anís, el hinojo, el limoncillo (u hoja de limón), la menta y el boldo. Cada una tiene sus beneficios especiales y actúa de manera diferente sobre el sistema digestivo.