El anuncio de Greg Abbott, ha generado opiniones encontradas ya que, para muchos, aún no es el momento de quitar todas las medidas, pues el porcentaje de personas que ha recibido la vacuna contra el coronavirus todavía es muy bajo.

El anuncio de eliminar el uso obligatorio de mascarillas y relajar las restricciones que se implementaron para evitar la propagación del covid-19 ha causado todo tipo de reacciones en Texas y Mississippi. Especialmente en el estado de la estrella solitaria, muchos consideran que la decisión es apresurada.

El gobernador Greg Abbott anunció que es momento de reabrir los negocios al 100% de su capacidad y que se eliminará el mandato de usar mascarillas. El juez del condado Hays, Rubén Becerra, catalogó la medida como "irresponsable".

Abbott levantó el mandato del uso obligatorio de cubrebocas en Texas y eliminó los límites de ocupación del estado para restaurantes, bares, eventos deportivos, minoristas y donde quiera que se reúnan las personas. La orden entrará en vigor el miércoles 10 de marzo.

Actualmente, el condado de Los Ángeles permanece en el nivel púrpura con 7.2 nuevos casos de coronavirus por cada 100,000 habitantes. Bárbara Ferrer, directora del Departamento de Salud Pública, informó que la tasa de positividad está en el 3.5%, que es la más baja desde que comenzó la pandemia.

En el camino de inmunizar a la mayor cantidad de personas en el menor tiempo posible en todo Estados Unidos, abren sus puertas cada vez más centros de vacunación apoyados por FEMA en las principales ciudades de la nación. Así opera el de Miami.