Pablo Gato

“Sí, definitivamente nombraré a los carteles como organizaciones terroristas” aseveró el presidente de EEUU en una entrevista televisiva. Casi de inmediato, el canciller mexicano Marcelo Ebrard reaccionó advirtiendo que su país no permitirá actos que violen la soberanía.

Los fiscales estarían pidiendo al abogado del presidente documentos, en una investigación criminal que podría incluir delitos como lavado de dinero, fraude, obstrucción a la justicia y violación de leyes sobre financiación de campañas. ¿Está blindada la relación entre el mandatario y su abogado?

Al mandar comparecer a Donald McGahn, Ketanji Brown Jackson, jueza federal en Washington DC, señaló duramente que los presidentes no son reyes y que nadie está por encima de la ley, y rechazó el argumento del gobierno de Trump de que los funcionarios de alto rango de la Casa Blanca son inmunes a los pedidos de comparecencia del Congreso.

De acuerdo a las autoridades, fue por el manejo que le dio al caso de un exmiembro de los Navy Seals acusado por crímenes de guerra, pero que fue indultado por el presidente Trump.

Las declaraciones del Navy SEAL en una entrevista televisiva reavivan el más reciente escándalo por el que el secretario de la Armada, Richard Spencer, fue destituido. Gallagher lo acusa de insubordinación, pero Spencer se defiende diciendo que la decisión de Trump le llegó a través de Twitter y no la considera una orden.

Para los opositores de la administración de Donald Trump, hay evidencia abrumadora y todos los testigos en las audiencias públicas confirmaron las acusaciones. Por su parte, los simpatizantes del mandatario aseveran que la líder demócrata se dedica únicamente a hacer política “para sacar al presidente de la Casa Blanca”.