La policía del Condado de Butte, donde las llamas causaron severos y mortales daños, dijo que en los próximos días tratarán de conseguir a los desaparecidos. Además corrigió la cifra de fallecidos: son 85 y no 88 como se reportó anteriormente.

El Servicio Nacional de Meteorología emitió una alerta por posibles inundaciones y corrientes de escombros en las zonas que fueron arrasadas por las llamas de los recientes devastadores incendios. El pronóstico se cumplió y los meteorólogos advierten que "es lo peor que puede pasar a un área quemada".

El siniestro ardía desde hace dos semanas, consumió más de 153,000 acres, redujo a cenizas 13,503 viviendas y más de 4,000 estructuras comerciales. El incendio cobró la vida de al menos 85 personas y aún permanecen desaparecidas aproximadamente 250.

Al momento, las autoridades reportan 88 muertos debido al incendio Camp, que calcinó miles de acres en el norte de California. En tanto, la cifra de desaparecidos bajó a 203 personas. Las lluvias de la semana pasada lograron aplacar las llamas en su totalidad y darle un descanso a los bomberos.

Aunque podrían sufrir consecuencias a mediano y largo plazo, los trabajadores en los campos californianos no dejaron sus labores ni siquiera durante los días en que la calidad del aire alcanzó a ser la peor del mundo. La desinformación y el desconocimiento de los riesgos para su salud se suman a la necesidad de trabajar para conseguir el sustento de sus familias.

El alguacil del condado Butte informó que más de 200 residentes reportados como extraviados ya fueron localizados por las autoridades.