María Ramírez, residente del poblado de Orange, en Texas, evacuó su vivienda ante el temor del impacto de Laura y al regresar la encontró destruida. Este jueves, el gobernador Greg Abbott sobrevoló la ciudad e indicó que esta era la zona más afectada en el estado tras el paso del huracán. Orange está sin energía eléctrica, no hay gasolina y decenas de hogares y negocios sufrieron daños.

El gobernador de Texas hizo un recorrido por tierra y aire este jueves para evaluar los daños causados por este sistema y declaró área de desastre en 62 condados. El mandatario local también dio un balance sobre los estragos ocasionados y afirmó que más de 160,000 hogares permanecen sin luz en las zonas afectadas del estado y unas 8,500 personas han buscado refugio.

En 1988 el huracán Gilbert cobró la vida de 318 personas, en 1992 los vientos de Andrew dejaron tras su paso 40 fallecidos, en 1999 la furia de Floyd mató a 59, en 2004 Iván causó 25 muertos y en 2004 Katrina provocó que 1,800 personas perecieran.

Gonzalo Arévalo narró que la vivienda de su primo quedó rota en dos por un árbol y que la casa donde vive con su hermana no la pudo encontrar ya que la destrucción fue tal que no logra acceder a la zona en Lake Charles, Louisiana.

Alfonso Ramírez encontró su casa destruida por un árbol en la costa de Texas. Asegura que lo más importante es que su familia está viva. "Tocará volver a empezar", dice.

Familias que evacuaron antes del huracán ahora encontrarán sus casas totalmente destruidas por el viento y el agua que cayó en grandes proporciones. Muchas de las viviendas afectadas están en la población de Holly Beach, Louisiana.