De acuerdo a las autoridades, el pronóstico indica que podrían caer dos pies más de agua en varias áreas afectadas por la tormenta. Estas torrenciales lluvias prometen dejar inundaciones históricas, un evento climatológico que ocurre una vez cada mil años, según el gobernador de Carolina del Norte. Esto provocaría que los ríos y riachuelos alcancen niveles récord, desbordándose y dejando comunidades enteras sumergidas bajo el agua.

Varias familias han regresado a sus hogares tratando de recuperar las pocas pertenencias en buen estado. Voluntarios y miembros de la Guardia Nacional han salvado a cientos de personas y mascotas. La ciudad se encuentra inundada en un gran porcentaje, lo cual ha generado dificultades en las labores de rescate. En la ciudad se ha decretado un toque de queda hasta el próximo lunes a las 7:00 a.m.

Autoridades estiman que en el estado caigan cerca de 9 billones de galones de agua a causa del paso de Florence. Varias familias que evacuaron sus hogares el pasado miércoles regresaron a sus viviendas, encontrando cuantiosos daños materiales. Se teme que más ríos y arroyos se desborden ya que en la zona no para de llover.

Dos de las cinco víctimas perdieron la vida en Wilmington, lugar donde se han registrado graves inundaciones, fuertes ráfagas de viento, emergencias por árboles caídos y un río desbordado. Las autoridades hacen un llamado a la comunidad para tomar precaución.

El organismo informó que ya hay 1,500 trabajadores especialistas en desastres naturales que se encuentran en Virginia y en las Carolinas para ayudar a los miles de afectados por la tormenta tropical.

Durante la mañana de este viernes, el ojo del huracán tocó tierra con gran fuerza y fortaleció las inundaciones, principalmente, en Wilmington. Las autoridades continúan atentas para atender las emergencias que se están registrando.