Incluso si generalmente estás en sintonía con tus ganas de comer, hay algunos factores menos obvios que afectan el apetito, y que probablemente ni siquiera tienes en cuenta.

El pescado es uno de los alimentos más saludables que puedes comer. Está repleto de grasas buenas y proteínas, y se ha demostrado que ayuda a combatir enfermedades del corazón y mejorar la salud del cerebro, entre muchos otros efectos positivos.

Si un ingrediente es permitido en los alimentos es porque es seguro, ¿no? Lamentablemente, no siempre se sigue esta lógica. La falta de pruebas de seguridad y las lagunas del gobierno han permitido que varios alimentos peligrosos terminen en miles de alimentos populares, algunos de ellos fuertemente relacionados con el cáncer y otras enfermedades graves.

Muchas veces las personas que no entienden sobre un tema determinado se ponen insistentes en querer saber y preguntan... ¡un montón! Como sabrás (o no), los celíacos tienen una dieta especial con algunos alimentos que no pueden comer: trigo, avena, cebada y centeno.

Al ser especialistas de la nutrición y saber el impacto que cada alimento tendrá en su cuerpo, los nutricionistas optan por eliminar algunas comidas de su dieta para mantenerse saludables.

Casi siempre se ponía como ejemplo de hábito saludable la sustitución del azúcar natural por edulcorantes artificiales como la sacarina. Aunque algunas enfermedades requieren de utilizar este tipo de azúcares artificiales, nuevos estudios demuestran que para quien no lo necesite, la idea podría ser totalmente contraproducente.