A pesar de los esfuerzos por extender su uso, el petro no logra aceptación mientras que en medio de la hiperinflación el dólar gana terreno en la economía venezolana.

Francisco Díaz, su familia y otros venezolanos que tuvieron que abandonar su país se radicaron en Lima y han encontrado en el baile una forma de ganarse la vida. Dicen que también intentan alegrarles los días a las personas que los observan.

La crisis económica y humanitaria se agudiza en Venezuela. Rosana Ordoñez, quien fuera una periodista reconocida en las décadas de los ‘80 y ‘90, recurre a las redes sociales para solicitar ayuda y conseguir las medicinas que necesita su hija con epilepsia.

La luz roja del semáforo se enciende y comienza la cuenta regresiva de 90 segundos para este trio de bailarines venezolanos.

Además, los comerciantes venezolanos denuncian que, con amenazas de cárcel y operativos acompañados de fiscales y militares, el gobierno de Nicolás Maduro los quiere obligar a bajar los costos de sus productos.

Con el país atravesando una hiperinflación, comprar juguetes resulta algo prácticamente imposible para gran parte de la población. Ante la llegada de la Navidad, las madres venezolanas decidieron poner a prueba su creatividad y construir juguetes a partir de material reciclado. En Venezuela, un país donde el salario mínimo mensual equivale a 6 dólares, un juguete puede llegar a costar entre 20 y 100 dólares.