Para alguien que está aprendiendo a desenvolverse en el mundo tratando de saber lo que es correcto o no lo es, se hace necesario la figura de los adultos que le ayuden a entender las consecuencias de sus actos. Esos adultos deben ser los padres en una primera instancia para recibir la ayuda fuera de casa de los profesores más adelante.

La programación de la televisión de nuestros días es un tanto contrastante. Por un lado encontramos programas de televisión educativos con tiernos conejitos que construyen casas mientras que por otro ya cualquier programa con dibujos y colores pretende ser considerado para niños.

Tarde o temprano nuestros hijos tendrán que empezar a estudiar, a aprender las materias que están recibiendo en clase. Primero, para poder aprobar y poder seguir avanzando en los cursos siguientes sin problemas hasta terminar sus estudios. Y segundo para poder reflejarlos en la vida y en el trabajo que escojan en un futuro para ganarse la vida.

Te presentamos algunos consejos para que tus hijos crezcan felices y muy unidos a sus padres. Pueden parecer muy sencillos, pero si los seguimos estaremos ayudando a un crecimiento emocional y psicológico sano en un ambiente de amor, cariño y respeto que llevará nuestro hijo el resto de su vida.

Es el día de hoy, con ya 14 años de experiencia en la maternidad, construída día a día y más que nada con la experiencia empírica, que uno de mis grandes temores es no saber cómo auxiliar a mis hijas en el caso de que en su tráquea quede alojado un trozo pequeño de alimento, como puede ser una espina de pescado que le impida respirar. También cuando los niños son pequeños, y conocen el mundo a través de llevarse los objetos a la boca, se corre el riesgo de que algún juguete u objeto muy pequeño, se deslice hacia su tráquea. Por eso, hoy te acerco algunos cómo auxiliar a un hijo caso de asfixia.

A medida que el tiempo pasa, la edad en que los niños empiezan a pedirle el celular a sus padres va disminuyendo. Mi hija mayor, que hoy tiene 14 años, y hoy ya forma parte del club de fans del Blackberry, tuvo su primer celular a los 11 años. La más pequeña, que se aproxima a los nueve, ya está pidiendo el celular, el que por el momento tardará en llegar a sus manos. Básicamente, porque me parece que aún no se justifica que posea un teléfono móvil, ya que no se moviliza sola por ahora, ni siquiera a la esquina. A pesar de mis argumentos, ella sigue insistiendo, basándose básicamente en el clásico " pero, fulanita lo tiene", a lo que le respondo que cada mamá decide lo que le parece mejor para sus hijos.