¿Cómo desarrollar buenas relaciones con los hijos?

Todo padre desea tener una relación maravillosa con su hijo. Sin embargo, no siempre se logra establecer esa sintonía tan importante que permite que los adultos se muevan en dirección al niño. Algunos pasos fundamentales pueden ayudarnos a hacer realidad dicho anhelo. Veamos algunos de ellos:

Intenta adivinar qué está experimentando tu hijo en este justo momento, trata de ponerte en su lugar y conocer qué piensa y porqué.

Exprésale a tu hijo tus intenciones de comprenderlo mejor, de establecer una buena interacción y pídele ayuda en esta tarea. Ello favorece la comunicación y los afectos. Además, se sentirá inclinado también a flexibilizarse en situaciones específicas.

Mantén abierta tu mente a cualquier respuesta o reacción que pueda venir. Incluso si ello no te conforta no te muestres triste o enojado. Guarda esa información y escríbele luego para que puedas reflexionar y entender qué está sucediendo con tu hijo.

Siempre que hagas algún avance en la comunicación y en tu comprensión de los problemas del menor, no sientas que has ganado la batalla. Pon en práctica lo que vayas aprendiendo muy lentamente. Aunque te has movido, ello no significa que lo harás la próxima vez: las relaciones humanas son muy delicadas.

Antes de implementar cualquier idea, piensa varias veces tus conclusiones. Haz eso mismo cuando vayas a reaccionar frente a cualquier situación interactiva.

No asumas que los besos y los abrazos son la solución a los problemas. Si bien las muestras de afecto son básicas en las relaciones, lo que tu hijo necesita de ti en un momento concreto depende la naturaleza del asunto que atraviesen.

Es importante que le transmitas tus conocimientos a tus hijos, pero ¿cómo hacerlo si los niños odian precisamente que sus padres les muestren a cada paso la ventana de la experiencia? Simplemente no te eleves con un tono de superioridad que los hace sentir en una posición menor. Trátalos con igualdad y respeto. Comparte tu sabiduría con ellos, como se comparte un poco de agua con un compañero de viaje, sin autosuficiencias ni presiones.

Nunca asumas nada antes de preguntar al menor. Haz preguntas abiertas. Espera su respuesta y sólo entonces saca conclusiones sobre lo que acontece o piensa tu hijo. Sé cordial y acogedor para que se desarrolle la confianza y la estima.

Y por último, recuerda hacer comentarios muy suaves, que no sean hirientes ni autoritarios. Alguna expresión del rostro puede ser mejor aceptada, incluso con cierta carga humorística, si necesitas opinar. Evita sobre todo el criticismo y las valoraciones negativas.

¿Ya has leído todos estos consejos?

Ahora revisa tu relación con tus hijos y si hay algún margen que ande faltando trata de restaurarlo con paciencia y dedicación. No hay dudas de que si perseveras lograrás que las relaciones en casa sean cada día mejores.

Una manera de fomentar la unión familiar es haciendo actividades y juegos juntos, ¿no crees? Sigue en EntrePadres y visita las actividades familiares para el fin de semana y las actividades para hacer en el verano.