“Baby K”, como presuntamente se hace llamar un joven de 15 años buscado por un intento de ataque armado dentro de un bus escolar en Prince George, también está vinculado con el asesinato de una mujer de 23 años en DC.

En momentos en que al menos tres de cada 10 familias han tenido problemas para llevar comida a la mesa, distintas organizaciones redoblan sus esfuerzos por tender una mano especialmente a quienes más lo necesitan, y entre esas personas hay muchas hispanas.

Las escuelas públicas del condado de Prince George's presentaron una demanda contra las compañías de redes sociales, argumentando que están afectando la salud mental de los estudiantes, mientras que los padres de familia y los maestros luchan por combatir su impacto. "Así no se va a ganar nada, yo creo que deberíamos empezar por el hogar, estableciendo comunicación con nuestros hijos y preguntarles cómo están", opina Brenda, una madre de tres niños.

Las autoridades de Prince George están buscando a los responsables de una agresión contra un estudiante dentro de un autobús escolar, que pudo haber resultado mortal. Mientras tanto, vecinos de la zona donde ocurrieron los hechos afirman que las pandillas son un problema en ese punto.

La tarde del lunes, el último estudiante que quedaba en el bus escolar fue víctima de un ataque en el que tres adolescentes enmascarados intentaron dispararle en la cabeza. Sin embargo, el arma falló y las balas salieron expulsadas y quedaron dentro del vehículo.

Según las autoridades, los delincuentes manipulan el sistema de identificador de llamadas para que el número telefónico que aparece en la pantalla de las posibles víctimas parezca que es el del Departamento de Policía de Prince George's. Joseline Peña-Melnyk, delegada estatal de Maryland, explica que, cuando la persona contesta y cree que, efectivamente, está hablando a un teléfono legítimo, los criminales aprovechan y empiezan a pedirle dinero.