Aun sin darnos cuenta, nuestros cerebros están programados para escuchar todos los sonidos del medioambiente, desde un programa televisivo, el tráfico de la calle, hasta el ruido que hacen nuestros vecinos. Sin embargo, esta sobre-estimulación de los sentidos, en especial del oído, puede ser dañina para el organismo, ya que causa elevados niveles de estrés.

Hay muchos chistes malos acerca de que las mujeres hormonales no deberían tomar decisiones, pues saben lo que hacen (como si los hombres no tuvieran hormonas también). Seguro has escuchado comentarios así cientos de veces. Lo curioso es que, así como existe un prejuicio en contra de las mujeres y sus ciclos hormonales, también hay quienes aseguran que sus periodos las vuelven más inteligentes. ¿Será?

Imagina ser capaz de transferir tu consciencia y recuerdos a un dispositivo capaz de almacenar tu ¿esencia? por siempre. Obviamente, la propuesta trae consigo varios dilemas filosóficos que arrastran interrogantes como ¿realmente seríamos inmortales? ¿viviríamos en dos lugares a la vez, alimentándonos de nuestros recuerdos?

El cerebro humano es un órgano complejo que los científicos aún no logran comprender por completo. Sin embargo, poco a poco van entendiendo cómo factores externos influyen en su funcionamiento o incluso en el desarrollo de habilidades.

Curvas acentuadas, senos más grandes, estrías, inflamación en los pies... En fin, hay varios cambios físicos que experimentan las mujeres durante el embarazo. Y si bien tales cambios son bien visibles y evidentes, otros pueden ser bastante sutiles y sorprendentes. ¿Quieres un ejemplo?

El sexo ocupa un lugar importante en la vida de las personas, especialmente por ese pequeño detalle de que es el principal medio para la supervivencia de nuestra especie, pero también por su costado placentero y puramente físico, que tiene efectos fisiológicos y psicológicos directos.