Es una noción bastante extendida la que sostiene que la lengua es el músculo más fuerte del cuerpo humano.
¿Por qué sacamos la lengua para afuera cuando nos concentramos?

Aunque en realidad esto es un mito y una afirmación técnicamente incorrecta (la lengua está formada por ocho músculos diferentes), lo que sí es cierto es que la lengua está constantemente en actividad y, por lo tanto, demanda una importante atención por parte del cerebro, especialmente aquella región encargada de controlar el movimiento.
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De esto se desprenden algunas consecuencias bastante curiosas e interesantes. Entre ellas, la misteriosa relación entre las actividades que requieren concentración y sacar la lengua involuntariamente, algo muy común. ¿Por qué sucede?
El cerebro necesita trabajar, ¡no lo distraigas!
Gran parte de tu actividad cerebral debe ocuparse de la lengua, un órgano que no deja de funcionar ni por un segundo ya que cumple funciones esenciales, no solamente en las más evidentes, al comer y al hablar, si no también en otras actividades menos notorias (tragar saliva, filtrar bacterias, etc). Eso sin mencionar su función relativa a la sexualidad.
Además de músculos, la lengua está llena de terminaciones nerviosas, vasos sanguíneos y receptores que constantemente están actualizando el mapa mental del interior de tu boca.
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Esto nos lleva a pensar en la estrecha conexión que hay entre la lengua y el cerebro. Tan íntima que cuando nosotros pensamos en algo que queremos decir la lengua realiza los movimiento exactos para generar el conjunto de vocablos que formen esas palabras y frases.
En otras palabras, la región del cerebro que se ocupa de controlar el movimiento de la lengua, y que se conecta directamente con nuestra función del habla, es la misma que se utiliza para pensar.

Cuando te concentras en algo, esa región es la que está trabajando.
Sacar la lengua y dejarla inmóvil es una acción destinada a reducir su actividad y dejar lugar para que el cerebro se ocupe de esa otra cosa que está concentrando toda nuestra atención.
Así que si estás concentrado sacando la lengua, lo que estás haciendo realmente es liberar al cerebro de la necesidad de ocuparse de dos actividades simultaneas.
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