Este lunes, los demócratas propusieron la hoja de ruta para un posible juicio político en el Senado, a partir de enero, contra el presidente Donald Trump, que contaría con nuevos testigos como el exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca John Bolton y el jefe interino de Gabinete, Mick Mulvaney.

El documento, de 658 páginas, se llevaría a discusión en el pleno de la Cámara Baja el miércoles. Líderes demócratas rechazan la iniciativa republicana de un juicio rápido y piden testigos clave: el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, y el exconsejero de Seguridad Nacional, John Bolton, entre ellos.

Los senadores serán los jurados en el eventual juicio y que el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, asegure que "coordinaré todo con el abogado de la Casa Blanca" ha sido interpretado por los demócratas como que no habrá imparcialidad. Por otro lado, el senador republicano Lindsey Graham dejó clara su posición al decir "no seré imparcial", lo cual también ha generado controversia.

El demócrata Jeff Van Drew, de Nueva Jersey, dijo a varios de sus asistentes que planea cambiar de partido, algo que generó un éxodo dentro de su equipo en rechazo por la decisión.

El máximo tribunal de justicia del país anunció que escucharía los argumentos de las partes "en su sesión de marzo de 2020", para pronunciarse dentro de un plazo que vence el 30 de junio, en plena campaña electoral.

Mientras demócratas y republicanos celebran la aprobación del proyecto, los trabajadores del campo le piden a los rancheros que no dejen de hablarle a los republicanos del Senado, y señalan que todos se necesitan para seguir alimentando a Estados Unidos.