No tienes idea el porqué, pero te levantaste con un humor de perros. Y la sola perspectiva de vivir todo tu día así te hace sentir peor. Pues, ¡has llegado al lugar adecuado! Porque hoy queremos mostrarte 5 estrategias súper sencillas para que el mal humor se vaya a molestar a otro lado.

Cuando las energías se agotan, el mal humor ataca. Este aplasta nuestra vitalidad con su monotonía y nos ciega a los milagros del día a día. Así que, ¡no permitas que te mate en vida! Espántalo y baila al ritmo de estas canciones...

Tenemos muchísimas cosas que agradecerle a mamá, pero en cuestiones de moda...

Mi amiga decía: “siempre me acompaña a todas partes, me comprende si estoy triste o angustiada y nunca me juzga”. Creí por un momento que estaba hablando de su novio, pero me equivoqué: ella hablaba de su perro. Por eso me puse a pensar por qué en determinadas circunstancias tener un perro puede ser mejor que tener un novio. Veámoslo con una gran cuota de humor y un dejo de verdad...

Tuviste un día magnífico hasta que se te dio por mirar la agenda y viste esa palabra que no querías encontrar escrita: “ginecólogo”. ¡Qué pereza! De solo pensar que tendrás que andar ventilando tus intimidades otra vez te dan ganas de salir corriendo.

“Cuando estás alegre, le dices sí a la vida y te diviertes, y proyectas optimismo a tu alrededor, te transformas en el sol de tu constelación y las personas quieren estar cerca de ti”, expresó Shannon L. Alder. Y, ¡cuánta razón tiene! El optimismo nos convierte en personas más luminosas y hace que nuestros días sean más dignos de ser vividos. Entonces, ¿qué tal si te transformas en el sol de tu propia constelación?