La demanda federal por la muerte de Sean Monterrosa alega que las autoridades “sabían o debieron haber sabido” que Jarrett Tonn, el policía que mató al hispano de 22 años, contaba con un “perturbador” historial de disparar su arma a la menor provocación cuando estaba en servicio.

Por medio de una votación, los comisionados del condado resolvieron no dejar en manos de los electores la propuesta. Esteban Bovo, actual candidato a la alcaldía del condado, dijo que se opuso a la iniciativa por dudas en los costos y los posibles miembros que conformarían el equipo. Víctimas del abuso policial rechazaron la decisión y aseguraron sentir la necesidad de lograr cambios en las operaciones de las autoridades.

Fiscales del condado de Santa Clara informaron que el policía Robert Foster generó un esquema criminal por el cual enfrenta cargos de fraude de seguros, evasión de impuestos y robo de salarios.

El exoficial Garrett Rolfe, que nombra a la alcaldesa Bottoms y al jefe interino de la policía, Rodney Bryant, como acusados, alega que el despido violó sus derechos legales al debido proceso y la igualdad de protección.

Aja Brown solicitó formalmente al fiscal general de California, Xavier Becerra, y al Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ), investigar a los uniformados que estarían siendo controlados por una pandilla de colegas que usan la fuerza excesiva, amenazas, vigilancia policial discriminatoria y realizan detenciones y arrestos inadecuados.

El domingo 2 de agosto, Brittney Gilliam salió de su casa en Denver, Colorado, con su hija de 6 años, su hermana de 12 y sus dos sobrinas de 14 y 17 años, respectivamente, pero una patrulla de policía se detuvo detrás de su vehículo y los uniformados sacaron sus armas y les gritaron que salieran del auto. Los agentes buscaban un automóvil robado. El caso ha generado polémica y ha sido calificado de abuso policial y también de racista.